Charlamos con Javier Correa, autor de Sombras de niebla, recientemente publicada por la Editorial Círculo Rojo.
¿De verdad es esta tu primera novela? Después de haberla saboreado y disfrutado, nos cuesta creerlo.
Sí, de verdad. Agradezco mucho vuestras palabras, y de hecho me gustaría responder que es la segunda o tercera, pero habrá que esperar para ello.
¿En qué género encajaría Sombras de niebla? ¿Misterio, novela negra?
Pienso que Sombras es difícil de encajar en un único género literario. Más bien diría que tiene pinceladas de varios géneros a la vez como el misterio, el romántico o el histórico.
¿Cómo fue el proceso de redacción de Sombras de niebla?
El proceso fue realizado priorizando el mensaje principal que intentaba transmitir. A partir de esa intención, desarrollé la estructura de la trama, los personajes y los variopintos paisajes en los que transcurre. Paralelamente, intenté adornar el mensaje principal con otros, algo más subliminales, pero de norte coincidente. Y por último, empecé a combinar palabras, con mayor o menor acierto.
¿En qué te inspiraste para construir esta complicada trama?
La inspiración de la trama se construyó con unas cuantas hojas de papel transformadas en pequeñas pelotas que ponían a prueba mi puntería baloncestística. Y poco a poco, a medida que la papelera, transformada en canasta de baloncesto, iba almacenando bolas, la trama fue cogiendo consistencia.
Si tuvieses que recomendar Sombras de niebla, ¿cómo lo harías?
Sería algo presuntuoso por mi parte, pero si se me permite, lo haría aconsejando lo mismo que acostumbro a hacer como lector. Les pediría que leyeran las cincuenta primeras páginas, y que a partir de ahí decidieran si desean seguir leyéndola o no. Como escritor, mi obsesión fue intentar que el lector quisiera seguir leyendo Sombras de niebla, pero le corresponde a cada uno de ellas y ellos, por individual, decidir si lo conseguí o no.
Una pregunta habitual, pero necesaria: ¿Cuáles son tus referencias literarias?
No soy un excelente lector, como seguramente debería. En mi vida no he dispuesto de todo el tiempo libre que me habría gustado dedicar a la lectura, aunque no lo comento como algo negativo, sino simplemente como una constatación. Pero si he de hacer una síntesis de los escritores que más me han llamado la atención, me quedo con las reflexiones de los primeros Coelho, el suspense de Dan Brown, la imaginación de Cervantes, el humor de Shakespeare y la inteligencia de Juan Benet. Y con el profundo respeto que tengo por la gran cantidad de excelentes escritores que nos ha dado, y lo seguirá haciendo, nuestro planeta.
¿Algún proyecto literario en ciernes?
Sí. Desde la cueva de mi escritorio intento llegar al mundo de la literatura con la intención de quedarme, y para ello no voy a ahorrar esfuerzos, aunque al final serán los lectores quienes me concedan, o no, el privilegio de llegar a la meta que aspiro. Soy consciente de que, si algún día llego, será gracias a ellos, y a la vez, de que si no lo consigo, serán también gracias a ellos, que no permitirán verme dilapidar mi tiempo.
Estaba metido de lleno en la documentación de lo que concierne al mundo de la inteligencia artificial, que tanto va a marcar nuestros próximos años, pero, a raíz de algunos comentarios coincidentes de los primeros lectores de Sombras, he decidido hacer una segunda parte. Es cierto que hay un personaje de la novela que desconoce la trama final. Es un personaje secundario que cobra gran repercusión en el desenlace. Mi intención fue dar al lector la libertad de imaginar ese final, si bien, después de pensarlo con calma, he de reconocer, y estoy encantado de hacerlo, que tienen razón mis lectores. Así que en eso estoy, empezando a hacer bolas de papel repletas de tachones que un día, Dios y horas mediante, serán las páginas de la segunda parte de Sombras de niebla.
¿Quién es?
Javier Correa (Badalona, 1971) se licenció en Derecho en la especialidad de Derecho Internacional Público y posteriormente se colegió como abogado y cursó estudios de postgrado de Economía y Empresa. Durante varios años ejerció de director en diferentes empresas nacionales e internacionales del sector retail e inmobiliario. Actualmente ejerce la docencia en las áreas de empresa y orientación laboral.
Sombras de Niebla es su primera novela.