“Mi infancia en Miranda de Arga me huele a campo mojado tras la lluvia. A aventuras selváticas entre las zarzas y el arbolado del Soto, mientras esperábamos la llegada de las palomas migratorias. A emociones…”. Estos son algunos de los recuerdos de los primeros años de la vida del autor que atesora esta obra. Estas memorias son la vivencia personal y única de un hombre adulto, setenta y un años en el momento de escribirlas, que nos transportan a la vida de una pequeña e histórica villa navarra entre los años 40 y 50 del siglo xx: Miranda de Arga. Su gente, sus apodos, las relaciones sociales y familiares, el campo, el ocio, la gastronomía, los crímenes…, son los protagonistas del escenario en el que Ramón Albero forjó sus primeras experiencias en el mundo que le tocó vivir. Tienes en tus manos un emotivo retrato no solo de la memoria de una persona, sino de una época y de una España que, a muchos, les resultará difícil de creer que así fuese hace tan poco tiempo y que, sin embargo, es el recuerdo compartido de toda una generación que ha vivido en primera persona uno de los periodos de la historia con mayores cambios económicos, políticos, sociales y culturales.
Bienvenido a esta pequeña ventana al pasado que, ojalá, despierte el recuerdo del mocete que un día fuimos.