Londres, 1820. María es una joven de veinte años que vive con sus padres y su hermana en un pueblo londinense, Castle Combe, del Condado de Wiltshire. Debido a un suceso grave en su pasado, su vida ha cambiado y nunca podrá casarse. Su familia la ignora y la maltrata cada vez que tiene ocasión. La soledad y la tristeza la acompañan. Sus únicos consuelos son los libros y el gran amor de su nana, que le ayudan a seguir viviendo. Un día su madre le comunica que deberá ir a Londres como acompañante de su hermana para la presentación de esta en sociedad. El viaje no es por placer, sino que está obligada a servir las necesidades y caprichos de su hermana. Allí su vida cambiará por completo. Nunca volverá a ser la misma. Descubrirá un mundo nuevo que le ayudará a encontrar el amor y a superarse como persona. Se convertirá en una mujer fuerte y será la dueña indiscutible de su destino.