Rendir el ego no es fácil, pero tampoco imposible. Se logra, con confianza, disciplina y amor. Confianza en nuestra voz interior, en nuestra inspiración, en ese impulso que sale de muy adentro y que aparentemente es la mayor insensatez de nuestra vida, pero que nos hace vibrar y nos devuelve las ganas de vivir. Disciplina en escuchar esa voz interior, en movernos con nuevas rutinas, con nuevos pensamientos, con una forma diferente de expresar lo que somos y lo que sentimos. Amor, pues solo con amor y cariño hacia uno mismo podemos integrar los cambios, superar las pequeñas crisis existenciales inevitables ante el cambio de paradigma de nuestra mente y conservar el valor y la fuerza para continuar el camino emprendido.
Meditaciones para la Vida es una guía en este camino de transformación, que nos conduce a una existencia más plena, donde la felicidad deja de ser una utopía, para comenzar a formar parte de nuestra realidad.