Menéndez Pelayo intuyó en su obra “herejías tremendas”. De hecho, terminaría incluyéndolo en la Historia de los heterodoxos españoles como uno de sus pocos contemporáneos digno de tal honor. Pero como perfecto heterodoxo, el aludido respondió con furia a su indeseada matrícula en la disidencia española, defensor de sí mismo como ortodoxo del auténtico progreso. Ingeniero de fama internacional pero pensador de reconocimiento esquivo, Melitón Martín es un sabio renacentista trasplantado al siglo de la industria y la euforia positivista. Ejecutor de las más audaces soluciones técnicas e industriales de su época, su obra ensayística también se introduce en las extrañas regiones del panteísmo y del panespiritualismo hasta ser tomado como profeta de gnósticos y esotéricos. Progresista y defensor de la clase obrera, condenó con virulencia tanto la revolución liberal de la Gloriosa como el socialismo y el comunismo. Educado en el exilio inglés de su padre, represaliado por Fernando VII, Martín importa a España el espíritu emprendedor anglosajón mientras condena la obsesión funcionarial de los españoles y manifiesta una desacomplejada mentalidad meritocrática. Preludiando a Einstein en la lúcida divagación para explorar las regiones más apartadas del conocimiento, Melitón Martín defendió el “libre vuelo” de la imaginación para “sentir en vez de calcular”, para “volar en vez de arrastrarse”. Olvidado tras su muerte aquel “sabio ingeniero” –como tal era descrito–, el presente libro recupera ahora la correspondencia privada de Melitón Martín, y estudia y antologa sus hoy inencontrables estudios, a la vez que revisita sus enormes aportaciones al progreso de la España decimonónica, allí donde la genialidad técnica complementa la ensayística en una obra de extraordinario esplendor.