Contra las cuerdas es una historia de amistad y rebeldía. Sus protagonistas eran campeones sin haber subido nunca a un ring, pues habían ganado el combate de la calle. En este entorno, Ramiro y Pelayo son dos rebeldes sin causa que conviven a diario con la delincuencia pero que también luchan por su amistad, que está por encima de todo. Esta historia es lo más parecido a un guion de cine, dos protagonistas y un hilo conductor, el Boxeo. La novela toca temas de diverso calado muy adecuados para cualquier tipo de lector: amistad, amores, adolescencia, superación, trabajo y primeras experiencias vitales. Se ofrece una muestra de las consecuencias de la derrota y de su reverso, el fracaso. Por otra parte pretende ser un alegato contra la inmoralidad y la injusticia, y un canto a la superación del ser humano en las situaciones más dramáticas. Son las ansias de libertad, superación y lucha por tener una segunda oportunidad lo que lleva al protagonista a seguir resistiendo. A lo largo de sus capítulos el escritor enseña al lector a sobreponerse a las adversidades de la vida, utilizando el boxeo como guía para el aprendizaje. El relato llama al optimismo y a los buenos pensamientos mediante sus testimonios que hacen vivir junto a él la lucha ante los obstáculos que nos pone la vida.