Siempre he sido fan de El Hobbit y, en general, de toda la obra de Tolkien. De niño, quizás por mi carácter rebelde y por mi eterna manía de vivir pensando en las musarañas, estaba detrás de mis compañeros en lectura y escritura. Pero un día, con nueve o diez años, cogí de la biblioteca del cole El Hobbit. La profe me preguntó en silencio si estaba seguro de mi elección, ya que era un libro que estaba muy por encima de mi nivel recomendado (los libros tenían un sistema de color para indicar una dificultad de lectura). Parecía bastante satisfecho cuando dije que sí. Llevaba un tiempo echándole un ojo a aquel librito, pero la pegatina gris de su costado me echaba para atrás, hasta aquel día.
Me lo llevé a casa y pasé horas leyendo. Muchos párrafos los leí dos veces tratando de procesar la información (todos esos enanos con nombres similares, todos esos apellidos hobbit). En menos de dos días me lo ventilé. Y al tercer día, lo devolví y saqué El señor de los anillos. Y mi mundo cambió. Y el de mi madre, que desde entonces pensó que me había dado algo. Así se inició mi pasión enfermiza por la lectura, con una de las mejores obras de narrativa juvenil de la historia. Y así se inició mi cruzada contra esa manía de encorsetar a los niños pensando que no son capaces de las cosas que son capaces de hacer.
El gran Tolkien escribió El Hobbit, que luego pasó a integrarse dentro del universo de El señor de los anillos, pensando en un cuento que poder leerle a sus hijos. Algo parecido dijo Spielberg cuando le preguntaron porque hacía el cine que hacía. Dijo que quería que sus hijos viesen las películas que él le hubiese gustado ver. Y una motivación similar existe tras esta maravillosa aventura juvenil ¡Un chico genial!, que se ha currado el autor almeriense Miguel Ángel Ruiz Cerdán, recientemente publicada por la Editorial Círculo Rojo.
Esta obra es tan entretenida como misteriosa. Y eso es un punto que especialmente merece la pena resaltar, sobre todo porque los lectores ajenos al mundo de la narrativa juvenil suelen considerar que se trata de obras facilonas y algo naif y no suelen otorgarle el estatus de “literatura”. Craso error, sobre todo en este caso. Parece fácil, pero construir una historia como esta, sencilla en su contenido, amateur, incluso, en la forma, pero compleja en cuanto a la creación de un clímax de misterio, no es sencillo. Hay que saber hacerlo. Unos lo hacen siguiendo al pie de la letra el método, otros, como creo que es el caso de Miguel Ángel Ruiz Cerdán, lo hacen de manera innata. Como los grandes.
Además, esta novela infantil incluye una gran lección de la que todos podemos aprender, una lección que, una vez más, estaba presente en estas obras clásicas de la literatura y la ficción juvenil: la importante lección de que solo en situaciones incómodas nos desarrollamos para convertirnos en los mejores. Como los protagonistas de ¡Un chico genial!, que se encuentran, de pronto, inmersos en una aventura inesperada que les llevará a crecer a medida que salen de las muchas situaciones difíciles lanzadas contra su intelecto y su coraje.
Uno de los aspectos más atractivos de ¡Un chico genial!, cuando es leído por personas consideradas adultas, es que todos podemos encontrar nuestro niño interno en sus páginas; la parte de nosotros que no acaba de encajar en esta vida de horarios, disciplinas, nóminas y carritos de la compra. Pero todavía hay algo en nuestro interior que se anima al pensar en la aventura y en un viaje a lo desconocido, algo que nos lleva a empatizar con esta pandilla de jóvenes, como antes nos llevó a identificarnos con los Goonies, con Frodo o con el joven Elliot de E. T. Me pregunto cuántos niños/adultos hay. Creo que muchos más de los que creemos y muchos más de lo que ellos mismos creen, aunque algunos lo hayan olvidado o se hayan perdido… como lágrimas en la lluvia. Libros como este, si se atreven a leerlos, a ser posible con sus hijos, les ayudarán a encontrarse con esa fantasía perdida.
En resumidas cuentas, ¡Un chico genial! es una obra más recomendable, tanto para los más jóvenes de la casa como para los adultos con mente abierta que siguen siendo niños. Les encantará.
Más sobre el libro: https://editorialcirculorojo.com/un-chico-genial/