Es siempre gratificante que las palabras, tus palabras y la manera de colocarlas en un escrito, conmuevan al lector y las hagan suyas, de manera que se introduzcan en el pequeño texto e incluso se sientan identificado o reflejado en él. “Sentir las Palabras” no es más que una forma de expresar las inquietudes y realidades que nos rodean, formando relatos y pequeñas historias.
Creer, vivir día a día, es un regalo del que apenas somos conscientes. A nuestro alrededor hay multitud de personas dispuestas a ofrecernos su mano, pero por desgracia muchos no nos damos cuenta o no las vemos. Nos encerramos en nosotros mismos, nos volvemos ciegos por los problemas, la enfermedad, las circunstancias personales; los enfrentamientos y las diferencias de un pasado. No obstante nunca es tarde para abrir los ojos.
A todos cuantos me rodeáis: familia, amigos, vecinos, alumnos y ex-alumnos, a todos mis “papas y ex-papas, mamas y ex-mamas” por el apoyo en toda mi vida laboral y en mi ausencia. “Sentir las palabras” es para y por vosotros.
Gracias.