La obra y el pensamiento de Edgar Allan Poe (Boston, 1809 – Baltimore, 1849) ha sido objeto de una exhaustiva atención desde el punto de vista de la filología y la crítica literaria, circunstancia que contrasta poderosamente con la escasa consideración específicamente filosófica dispensada al escritor norteamericano. Este libro pretende un triple propósito, primero, una presentación diferenciada del autor a un público que quiera iniciarse en su lectura, segundo, ofrecer una mínima antología de urgencia del mismo, formada por un cuento, un poema y un ensayo, y tercero, llevar
a cabo sobre y con los textos un diagnóstico del saber que Poe pone en juego con su escritura, y que trasciende todo y cualquier sistema filosófico o de pensamiento, configurando al mismo tiempo una “filosofía” peculiar, única, singular y característica, que tiene que ver con el problema fundamental de la inserción del ser humano en una sociedad en la que el antagonismo y la marginación son las principales divisas. La obra poeana, como la de Kafka, Proust, Borges, Calvino, Cortázar y tantos otros, a pesar de presentarse con la plausibilidad y el realismo de quien
renuncia a lo sobrenatural artificioso, desafía al lector desdibujando la frontera que delimita lo verosímil de lo inverosímil. Sus textos cuestionan permanentemente lo consabido, rompe con los esquemas previos y se abren a la experiencia de lo nuevo. De ahí su inconfundible y radical modernidad, y su carácter híbrido y fronterizo entre los saberes al uso.