Líneas de tinta y de mar pone el punto final a la trilogía Ventana abierta a un paisaje sin fin. Ángel, narrador y protagonista de las tres entregas, se verá envuelto en una investigación que iluminará las sombras de un acontecimiento histórico acaecido a finales del siglo XIX. Las facultades extraordinarias de este habitante de Alhumbre del Rayo, minúscula aldea rodeada de encinares y silencio, le mostrarán escenas lejanas en el espacio y, sin embargo, perceptibles para sus peculiares sentidos. Siempre a caballo entre realidades y ficciones, entre la cordura social y la exclusión, Ángel construye un mundo complejo en la aparente sencillez del medio rural, en la calma de la ladera donde habita. Este universo propio es una mezcla heterogénea, donde conviven conductas cotidianas y hechos cuya explicación depende del vuelo libre de los pensamientos.
Intimismo y necesidad de afecto, fantasías y certezas duras, alumbramiento y muerte, violencia y sensibilidad, naturaleza y urbe… Dejaré de enumerar contrastes y abriré la ventana a un paisaje donde los límites de la razón se diluyen y perfilan unos sucesos que el futuro se encargará de esclarecer, donde la Edad Contemporánea forma parte del pasado; aunque nadie lo sepa todavía.