Javier, un adolescente de catorce años, acompañado de sus padres y sus hermanos, vuelve a recalar un verano más en un pueblo de la sierra albaceteña para pasar las vacaciones, allí se encontrará con los mismos chicos de siempre con los que ha conseguido hacer una bonita amistad. Todos se conocen desde niños y todos han tenido casi las mismas vivencias, pero este verano será diferente cuando se den cuenta de la transformación que, tanto física como mentalmente, han empezado a experimentar. La seguridad de la niñez comienza a desaparecer de sus vidas y, en su lugar, aparecen las primeras inseguridades y los conflictos de todo tipo: generacionales, familiares, de autoridad… Aparecen las primeras decepciones con los amigos, el primer amor, la duda, las primeras sensaciones desconocidas que atrapan sin explicación, la pérdida de un ser querido… Todo se tambalea bajo unos pies inexpertos que comienzan a percatarse de las huellas que dejan. Los chicos del verano, como les llaman los mayores, no tardarán mucho en darse cuenta de que la puerta que están a punto de atravesar les deja al principio de un largo camino lleno de proyectos, sorpresas e ilusiones: la vida.