Nací en S/C de Tenerife, un cuatro de enero de hace mucho tiempo. Mi madre quiso que mi nombre fuera Francisco Javier, pero ignoraba que su hijo tendría una decena de nombres entre diminutivos y alias. El que más ha cuajado es “Fafo” y así me llaman casi todos los que me conocen. Desde muy pequeño sentí una gran fascinación por la naturaleza y empecé, muy pronto, a recorrer los maravillosos paisajes de la isla donde nací, Tenerife, una isla que aún estoy descubriendo y que no me canso de admirar. Lo de escribir llegó más tarde, sin darme cuenta de que esa necesidad de expresar las cosas que sentía me perseguiría toda la vida. Lo de viajar llegó más tarde aún, cuando pude reunir algún dinero y cuando tuve la suerte inmensa de encontrar unos maravillosos compañeros de viaje. Otra cosa que me encanta es meterme en proyectos musicales y literarios disparatados, lo que me llevó a participar, como letrista, en el grupo musical Socaire, editando dos discos, y a participar en proyectos como Portal Cuatro y Dracaena. De todas esas andaduras salió mi primer libro, “El Bosque de Las Palabras Perdidas”, un trabajo en el que se incluyeron poemas, ilustraciones, relatos y un disco con doce canciones. Después de muchos años, sigo trabajando en contacto con la naturaleza y creo que es, ese hecho, el que más ha marcado el sentido y las emociones que me sirven de guía cuando escribo.