Nací en Murcia, pero desde muy pequeña me trajeron a Almería a vivir, ya que mi padre creó en esta ciudad una empresa de saneamientos. He de decir que ya a mi padre le gustaba mucho la escritura, y tenía costumbre de escribir libros para la iglesia, que nunca fueron editados ni publicados… La idea de mi padre era sacar partido a mi afición de escritora, ya que llevo escribiendo a base de diarios desde que tenía ocho años. Aun así, he concursado en algún certamen de escritura. Comencé escribiendo poemas, pero, poco después, me surgió la idea de esta obra mientras trabajaba interna en una casa en la que la señora me prohibía escribir. Cuando me acostaba, aprovechaba, desde debajo de las sábanas y con la linterna del móvil, para poder escribir esta novela. Tiempo después, pude terminarla con su debido cometido y trabajar minuciosamente su elaborada estructura.