La hija del comisario reúne las vivencias y recuerdos de las etapas de infancia, adolescencia y primera juventud de su autora, hoy ya octogenaria. El subtítulo, Memorias de posguerra en Soria, deja patente que el libro abarca una época muy inmediata a la guerra civil (incluso se adentra algo en ella), y nos la presenta según se desarrolló en una pequeña ciudad castellana.
Enmarcadas en un documentado estudio de su genealogía, se perfilan nítidas las figuras de los progenitores de la autora: una madre de gran carácter, dominada por su formación pedagógica y buscadora sin tregua de la excelencia educativa, y un padre más efusivo y dulce, pero que, desde su óptica profesional y su fidelidad al ideario franquista, trata de mantener las formas para dar ejemplo en todo momento a la sociedad que lo ro-dea. En el trasfondo se vislumbran los paisajes, los personajes secundarios, los hábitos locales y los acontecimientos de los años comprendidos entre 1934 y 1952