Antes de que Thomas Anderson (Neo) tomara la píldora roja, ya notaba que algo no iba bien en su vida…, algo no encajaba. Tenía trabajo, casa, aficiones, cierto reconocimiento en la red y además gozaba de buena salud. Como él, muchos de nosotros en algún momento hemos sentido que éramos diferentes por nuestra forma de ser o pensar y puede que incluso hayamos llegado a creer que no encajábamos demasiado en el contexto en el que nos desenvolvíamos. Sin embargo, si seguimos con el símil en Matrix, a partir de que Thomas Anderson tomara la píldora roja y comenzara no solo a conocer el mundo real, sino a sí mismo, llegó a tener grandes camaradas que jamás pensó podría tener y consiguió dominar el mundo que le rodeaba.
En ese pensamiento, el autoconocimiento y su uso para desenvolvernos en el entorno, se basa el trabajo de este libro, que nació a partir de su versión en blog. A través de pequeños pasajes referentes a los personajes que tanta vida me han dado desde mi infancia, intentaré compartir lo que modestamente he aprendido en el mundo del autoconocimiento.
Todos en algún momento hemos admirado cualidades como la capacidad de deducción de Sherlock Holmes, la fuerza arácnida de Spiderman, el carisma de Jack Shephard o la capacidad de conquista de Barney Stinson. Pese a sus diferencias, todos ellos tienen algo en común: detrás de grandes cualidades, había personas normales y corrientes que dejaron al lado sus inseguridades y llegaron a exprimir al máximo su potencialidad, sin dejar de ser, de una forma u otra, humanos.
Así comienza “Los apuntes del joven padawan”.