Esto es la crónica de poco más de un año en España. Un año contado semana a semana en el periódico El Español. Un año que no es un año cualquiera.
De ahí esta crónica. Por la necesidad de dejar constancia de unos acontecimientos que se están sucediendo con una rapidez inusitada —dos elecciones generales, unas europeas, autonómicas y locales mediante—, pero, sobre todo, por la sensación de que a día de hoy se ha cerrado una fase, quizás un ciclo histórico, y se inicia otro del que no sabemos casi nada, pero del que nos tememos lo peor.
La crónica se inicia en octubre del 2018, un año después del golpe de Es-tado en Cataluña y cuando habían transcurrido cuatro meses de la moción de censura a Mariano Rajoy y la investidura de Pedro Sánchez como pre-sidente de Gobierno. Finaliza con la investidura —de nuevo— de Pedro Sánchez, esta vez tras su paso por las urnas.
¿Por qué España en deconstrucción? En estos quince meses se han tejido alianzas imposibles, se ha aceptado lo inaceptable, el separatismo alardea impune de su influencia y llega a donde siempre quiso llegar, pero, probablemente, nunca se atrevió a soñar.
Pero ese proceso de deconstrucción nacional tiene también otros frentes sin los cuales, quizás, el territorial sería inviable: el ideológico, la superación del régimen del 78, el acoso a la monarquía, la devaluación de las instituciones, el desmantelamiento de la separación de poderes, el cambio en el eje internacional, la vuelta al frentismo del 36 o el cerco a la libertad de prensa y a la de pensamiento. Poco a poco, nuevos paradigmas para nuevos tiempos.