Un amor imposible que acaba en desamor, un antiguo policía metido a detective privado, dos hermanas siamesas de bandera, una trama policial corrupta de compleja erradicación, el recurrente tablero de Ouija y un desenlace insospechado, aunque no carente de cierta lógica, transitan a lo largo de este libro. Como territorio incomparable, Madrid y sus cercanías, si bien convertido ahora en espacio gris, suculento de tentaciones; un universo propicio para el comercio de la droga, del sexo, del poder, y en resumidas cuentas, para la alienación del individuo. Inevitablemente hay un hotel en medio de la Capital donde la depravación se vende a precio de oro a los pudientes. En esta novela negra a contracorriente, el autor aborda a través de sus páginas una serie de sucesos concatenados y hasta absurdos que, terminan por convertir a un detective privado jugando a ser héroe, y a su ayudante, el narrador de la historia, en individuos amorales, sin escrúpulos, atrapados en una red criminal tejida no se sabe muy bien por quién y que dirige el comisario de policía Arnáiz.