¿Cómo fue el proceso de creación de esta densa y poliédrica novela?
Mi proceso creativo es muy similar en todas mis novelas. Tengo la costumbre de apuntar ideas concretas, casi siempre de contenido filosófico o ético, en libretas que abarcan distintas etapas de mi vida y suelo indicar también las circunstancias por las que estaba pasando, lugares, hechos, amigos, trabajos, pinceladas de realidad. Luego voy hilando lo que realmente quiero decir y uso la vida real para ubicarlo en un espacio-tiempo razonable, o me invento totalmente la realidad del momento y los hechos son ficticios, o los ubico incluso en sueños (la mayoría inventados). Creo que me he especializado en mezclar realidad y ficción de una forma natural que le da a la novela un aspecto autobiográfico que en realidad no es verdadero.
¿Hay algo de real en Ana es la fuente?
Podría decirte que, en mi primera novela, a pesar de sus hechos ilógicos, buscaba ser fiel a mi realidad, que en la segunda ya jugaba y la realidad y la ficción eran mitad y mitad, pero en esta tercera novela hay mucha más ficción que realidad a pesar de relatar el nacimiento de mis hijos.
¿Es necesario haber leído tus dos novelas anteriores, Ana de las estrellas y Ana en el aire, para entender esta?
No hace falta. Están escritas para poder empezar por cualquiera de ellas. Abarcan distintas etapas de la vida. La primera es de una joven en etapa de estudiante, la segunda es la etapa en la que conocemos el amor y acaba en boda. En esta tercera novela Ana es la fuente el período vital es en el que tenemos hijos. La protagonista también se abre al mundo como una fuente al empezar en esta etapa a escribir.
¿Cómo recomendarías Ana es la fuente a sus potenciales lectores?
Creo que es ideal para las personas de ciencias o empíricas a las que les cuesta meter algo tan grande como la fe o lo desconocido en la realidad cotidiana. Tengo la finalidad de acercar estos dos mundos, el de lo real y lo irreal, el que se basa en la evidencia y lo que no se puede probar, todo bajo un mismo cielo. Si te interesa la ética actual (incluso la ética erótica actual) o la filosofía es el libro ideal para leer.
¿En qué género clasificarías Ana es la fuente?
Me han clasificado en el género filosófico, incluso de autoayuda o de ética romántica. Es narrativa romántica contemporánea. También tiene versos y dibujos hechos por mí.
¿Te atreverías con otro género literario?
Bueno, también escribo libros de poesía. Me gustan los relatos cortos y empiezo ahora con un género más dirigido a la ciencia ficción.
¿Algún proyecto en ciernes?
Justamente este último proyecto en el género de la ciencia ficción, debido a los días de confinamiento, se ha materializado en una nueva novela que ya he terminado y que tengo presentada en un concurso.
¿Cuáles son tus principales influencias literarias, filosóficas y artísticas?
Mi profesor de filosofía de bachiller tiene mucha culpa de que me haya convertido en escritora. Yo soy farmacéutica e investigadora y el método científico me enseñó mucho de cómo quiero contar mis historias. Los filósofos clásicos son mis padres de pensamiento, el realismo mágico me gusta muchísimo, Cien años de soledad, La casa de los espíritus, pero lo que más me gusta es la divulgación científica, ya que los temas de física y biología me inspiran muchas ideas que luego desarrollo de una forma romántica en mis libros. Uno de mis autores favoritos es Richard Bach que escribió Juan Salvador gaviota, Ilusiones, Uno, etc. La poesía clásica española me encanta y autores que hicieron libros como Platero y yo o Chico Carlo fueron importantes para mí.
¿Ha recibido ya algún feedback de los primeros lectores?
Sí, es lo que más anima a un escritor novel. Tengo un lector norteamericano que me sigue en redes sociales que es profesor de filología española y suyas fueron las primeras palabras de elogio que me mandaron. Por ello deseo traducir mis obras al inglés, porque tengo muchos amigos investigadores con los que hablo en ese idioma y ya me han pedido por favor que las traduzca. Algunos lectores me han dicho que deben leer prestando atención para captar todos los matices, por lo que se requiere una lectura reflexiva, y que digo mucho con pocas palabras, “gran poder de síntesis” dicen. Y lo más bonito que me dijeron, a mi parecer, fue: “eres un escritor para escritores” en un grupo de escritores de una red de trabajo.
¿Quién es?
Luna Peralta nace en Buenos Aires, Argentina, en agosto de 1963. Se siente malagueña, tierra de su padre, donde habita desde los quince años. De nacionalidad española, realiza sus estudios en la Facultad de Farmacia de Granada, siendo licenciada en Farmacia con grado superior de suficiencia investigadora. Desde su etapa de estudiante, combina sus estudios con la escritura de versos, vivencias y dibujos en blanco y negro. Tras su trabajo profesional en laboratorio y farmacia, retoma la escritura artística con su primera novela, Ana de las estrellas (2013) en el campo de la literatura, seguida de Ana en el aire (2014), que se continúa con esta nueva novela, Ana es la fuente, en la que la imaginación va ganando terreno a la realidad. También cuenta con dos pequeñas biografías de sus padres, Versos y cuentos celestes (2015) y Mi padre, un malagueño soñador (2016), escritas bajo su nombre real y no bajo seudónimo. Cuenta también con dos recopilaciones poéticas, Versos entre las estrellas (2017) y Versos del aire (2018). A la vez, publica artículos médicos para distintas revistas internacionales y ha colaborado en algunas antologías poéticas, como las de «Ciudad de Cabra».