Esta excelente novela narra la vida de Marina, una niña humilde que crece arraigada al campo en un pueblo de Jaén en las proximidades de la sierra de Cazorla, huérfana de madre, desde su temprana infancia hasta su vejez, lo cual supone pasar por la vida de varias generaciones y no pocos acontecimientos.
El sentimiento gregario, el clasismo, la injusticia, la pesadumbre, el conformismo y su contrario, el desconcierto ante hechos sobrevenidos.
En su brevedad por la narración, sin gritos, va pasando casi todo lo que conforma la existencia.
Novela de enorme interés, con la que podrán empatizar muchos lectores, además de sentirse interesados e incluso emocionarse, gracias a la contención narrativa que ha logrado sostener la autora en todo el texto.
Ellos se dejaron embaucar por mi niñez asilvestrada, y yo me dejé querer, que bien lo necesitaba.
La mirada en las viejas fotos enmohecidas de la infancia, de niños que no lo fueron y padres que lo hicieron como el corazón no les había enseñado.
… dejando al descubierto la línea en la que de pronto no sabías dónde acababa la amistad y dónde comenzaba otra clase de sentimientos.