Chinchetas en la cama es un proyecto personal que surge en las sombras y en la confusión para transformarse después en un modo de vida lleno de luz,
belleza y optimismo.
La escritura es mi terapia favorita. Plasmar mi ímpetu en el papel alivia esa presión que la pasión me produce. Si no fuese por algunos escritos, entraría en combustión espontánea, mi pecho explotaría y, créanme, una escorpio detonando hace muchísimo ruido.
Cuando hambre, sed, frío y tristeza son uno solo, escribo. Entonces, el miedo pierde su virgo, comienzo a tutearlo y cambio el desenlace.
Siempre he pensado que tenemos muchas muertes, pero solo una es irreversible.
Mi agradecimiento a todas las chinchetas que nos matan a todos alguna vez, ya que cuando estamos a punto de cortarnos las manos y pedir un milagro a domicilio, renacemos más fuertes si aprendemos a leer el dolor.