En Tánger, durante su estatuto como ciudad internacional, Dody conoce a una chica húngara recién llegada de Budapest, donde dos años antes su padre había sido asesinado por los tanques rusos en la invasión de esa capital en 1956.
Aunque muy jóvenes, los dos se enamoran profundamente. Por circunstancias económicas, él emigra en 1961 a los EE. UU., en busca de trabajo, abandonando sus planes de estudiar arquitectura.
En menos de un año desde la partida de él, ella recibe asilo político del país americano y, con su madre y hermana, emigran también, estableciéndose en Astoria, Nueva York.
El romance entre los dos se reanuda en las navidades de 1961, pero ocurren cosas inesperadas, especialmente debido a la inmadurez de él, y esa relación acaba bruscamente.
A partir de ese día y durante casi quince años consecutivos, todas las decisiones sentimentales de Dody acaban de mala manera debido a su inexplicable egoísmo.
En contraposición a ese desastre en su vida personal, la profesional, en continua línea ascendente, lo lleva a ocupar cargos de relevancia en la industria aérea comercial, donde conoce a mucha gente famosa y disfruta visitando distintos países.
Paralelamente a su agitada vida de sexo y amores, sufre con impotencia y frustración las enfermedades incurables de su madre y su hija mayor, producto de su segundo matrimonio.
En su tercer enlace matrimonial encuentra finalmente la paz espiritual a pesar de que el destino le va a deparar otra desgracia cuando, ocho años después, diagnostican a su mujer con esclerosis múltiple.
Los relatos de su vida se intercalan con anécdotas, turnándose entre lo alegre, lo cómico y lo triste que el autor cuenta con cierto sarcasmo y conformismo en un orden cronológico para darle a su narración un matiz novelesco.