El río Yumeízar fue bendecido por Dios cuando desaparecieron los efectos de la gran hecatombe, y el mundo se rehízo. El futuro de ciudad de Málvaris brilló un tiempo con peces de aquella gran Yumeízarina masa acuosa, los Césyamos, que daban tanta riqueza para hacer más acaudalado a Arturo de lo que ya era.
Pero Alba, la pitonisa amante de Arturo que vive al otro lado del Yumeízar, bañándose los dos en las dulces aguas del mencionado río, mirándole a los ojos, se dice para sí: “Yo te gusto Arturo, aunque sé que no me amas, las dos mujeres que te robarán el corazón una vive ya en ciudad de Málvaris, y la otra está por llegar”. Arturo le comenta a Alba haber leído los textos de Adrianjares II, ésta le dice <> <<¿Qué será de mí Alba?>> <> <<¿Cómo lo sabes?>> <> Una novela fácil de leer, entretenida y que engancha.