Polvorientos legajos se esconden entre los muros de un edificio en ruinas del East End londinense. Apolillados documentos que hablan de la piratería en el siglo XVIII y que constituyen una sorpresa al estar escritos por médicos o escurridizos funcionarios de la época, así como
por bardos, borrachuzos e, incluso, por marineros a las puertas de la muerte. Mensajes llenos de vida e ironía, algunas veces escritos a espaldas de los protagonistas. Esas breves historias, lector, han sido seleccionadas de entre todo el material acumulado a lo largo de los años y componen un friso lleno de frescura, totalmente distinto a las publicaciones que han ido llegando hasta nosotros. Espero que estos fragmentos, empapados por el oleaje y sacudidos por un batir de sables, sean de vuestro agrado.