El terrorismo aéreo, caracterizado por su bajo coste y alto impacto, ha revolucionado tanto la forma de perpetrar actos terroristas como los objetivos perseguidos con este tipo de acciones durante las últimas décadas. En este sentido, los «fracasos» en la ejecución de atentados se tornan en satisfactorios, atendiendo a criterios de generación de publicidad y provocación de miedo y terror entre la ciudadanía.
Este cambio de paradigma, escasamente abordado por la ciencia criminológica, deviene en el objetivo principal de esta obra. En ella, la autora apuesta por un enfoque jurídico-criminológico, donde el análisis de la legislación aeronáutica se presenta como telón de fondo para desarrollo del objetivo perseguido por la obra: el estudio del terrorismo aéreo como fenómeno delictivo con entidad propia.
La realización de este análisis parte de una muestra de 1.419 actos de interferencia ilícita acontecidos de 1931 a 2020, que serán abordados estadísticamente atendiendo a diferentes criterios. Así, las variables de estudio seleccionadas serán el periodo temporal, el sexo y la edad de los terroristas; la tipología delictiva de referencia en cada lapso, las motivaciones de los sujetos y los métodos operativos empleados.
Los resultados del estudio, materializado en la correlación entre las variables, se pondrán en relación con el análisis individual de aquellos grupos terroristas que presentaron una mayor actividad durante el periodo estudiado. El abordaje conjunto de variables cualitativas y cuantitativas sustentarán las propuestas político-criminales orientadas al tratamiento de esta problemática y recogidas en esta obra pionera en materia de terrorismo aéreo.