CÍRCULO ROJO.- La poesía como refugio, como espejo y como puente entre corazones. Así se presenta “Un lugar que sólo nosotros conocemos”, el primer poemario de Arcadio Labrador González, un autor que, lejos de la artificiosidad, convierte cada verso en un latido sincero. Publicado por Editorial Círculo Rojo, este libro es un viaje por la memoria, el amor, la naturaleza y la nostalgia, con una cadencia que envuelve y sacude a partes iguales.
Labrador González, quien ha escrito toda su vida como forma de encuentro consigo mismo, nos confiesa que este libro no nace de un instante concreto, sino de años de experiencias y emociones destiladas en palabras. “Siempre he escrito para mí, para plasmar lo que siento, pero también para que otros puedan verse reflejados”, nos dice el autor. Y es que, en cada poema, hay un espacio común donde los lectores pueden reconocerse: las ansias de libertad, la intensidad del amor, el peso de la ausencia, la fuerza de la naturaleza y las eternas batallas emocionales que definen la existencia.
Lejos de encasillarse en un género estático, “Un lugar que sólo nosotros conocemos” se mueve entre la evocación y la realidad, entre lo íntimo y lo universal. Hay en él una voluntad de explorar los rincones del alma, de expresar lo que a veces las palabras no pueden decir de otra manera. Y, sobre todo, hay una autenticidad descarnada que resuena con quien lo lee.
La publicación de este poemario bajo el sello de Editorial Círculo Rojo es una declaración de intenciones: el compromiso con una literatura que no busca el aplauso fácil, sino la conexión genuina. En una era donde la inmediatez prima sobre la profundidad, Arcadio Labrador González nos recuerda que la poesía sigue siendo un refugio imprescindible. Y que hay lugares que, aunque parezcan solo nuestros, en realidad pertenecen a todos.
SINOPSIS
Con un lenguaje sencillo y directo, pero también profundo y vital, el autor hace un recorrido por diferentes temáticas, como el mar, en el que, como isleño, denota esas ansias de libertad, pero también, como asoma en algunas de sus composiciones, el mar como fuente de energía. Se suceden poemas intimistas, que hablan de la problemática de las relaciones humanas. Y también de una simbiosis casi continua con la naturaleza, con una clara exaltación de la Tierra. Hablan sus poemas de las ideas del tiempo y del duelo, que acompaña con diferentes poemas introspectivos y de reflexión existencial, así como de crecimiento personal. Todo ello rodeado de una atmósfera ecléctica e inspiradora. Hay en sus poemas una cierta tendencia metafísica, surrealista, y una visión cósmica, pero también, al mismo tiempo, una búsqueda de la simpleza, de lo cotidiano, que se manifiesta de forma natural en esta obra. En definitiva, el autor da vida y forma a un crisol, a su propio crisol de experiencias, emociones y sensaciones.
AUTOR
Arcadio Labrador González (La Orotava, Tenerife, 1971)
Inicia un camino, hasta ahora desconocido, pero emocionante para él, autoeditando su primer libro de poemas. De manera autodidacta, encuentra en este género literario el vehículo perfecto de expresión y comunicación. Gran amante de la naturaleza, de la fotografía, del cine y del arte en general, comienza a escribir en Inglaterra, país en donde residió algunos años. Posteriormente y después de un periplo europeo por algunos países como Escocia y las Tierras Altas, Italia, Portugal, Francia, Suiza y Países Bajos, regresa a las Islas Canarias, en donde encuentra definitivamente, en sus paisajes y naturaleza, en sus gentes, y en sus propias vivencias personales, la fuerza, la inspiración, el impulso y los motivos para crear su primera obra poética.