CÍRCULO ROJO.- Beatriz García Fernández siempre ha sido una apasionada de la escritura. Y ahora, de la mano de Círculo Rojo, entra en el mercado editorial con ‘El color de los hidrocarburos’.
Lo que más destacaría la autora del libro es que cuenta una historia, pero es, sobre todo, un libro de personajes. Victoria y Natalia son los dos más importantes. Ambas son mujeres fuertes, pero lo más destacable es que su fortaleza no nace de su potencia o su vigor, sino de sus vulnerabilidades y sus debilidades. Las dos reflejan que los pequeños logros personales y los pequeños héroes anónimos pueden cambiar la vida de los de su alrededor y, como consecuencia, el mundo. Natalia enferma de polio cuando es una niña y su familia la trata siempre como una persona desvalida, pero su fortaleza reside precisamente en su inteligencia y su sabiduría. Victoria, por su parte, es víctima de una excesiva presión autoimpuesta, pero es fuerte porque sabe reconocer que debe superarla, es decir, que debe cambiar. Y lo logra. El proceso que vive, que es duro, la convierte en alguien mejor y más fuerte porque empieza a ser más comprensiva consigo misma.
Una novela que guarda un mensaje positivo, de esperanza. Orientada a todos los que consideran que la salud mental se puede prevenir mediante empatía y comprensión. En estas líneas el lector va a descubrir cómo dos mujeres de diferentes generaciones, gestionan de manera tan diferente la superación de los problemas. También va a llegar a identificarse con ellas, porque es una situación que puede pasar en cualquier momento.
La autora pretende que, mediante la lectura, los que lean estas líneas se sientan acompañados. Además, para ella ha tenido un efecto terapéutico, y ha sido inspirada en vivencias personales o que han sucedido a su alrededor, añadiendo un toque de imaginación.
SINOPSIS
El color de los hidrocarburos es la historia de una mujer herida y emocionalmente agotada por entregar a la vida mucho más de lo que esta le devuelve. Es también la historia de una niña de familia acomodada nacida en la posguerra que se convierte en quien el destino, que otros le trazaron, no tenía previsto para ella, gracias a la fortaleza encerrada en su cuerpo maltrecho. Pero, sobre todo, es una historia de batallas ganadas, de superación de complejos y de aprendizajes valiosos, en la que las recuperaciones personales se construyen sobre pilares sólidos. Sólidos porque no ocurren al cambiar las circunstancias y las realidades, sino por la capacidad de estas mujeres para enfrentarse a ellas.
Victoria siempre ha sido sobresaliente. Desde que tiene once años sobresalen su inteligencia, su generosidad y también el implante coclear de su oído derecho, que desde entonces la define. Cuando Fran la deja, cae en un pozo del que ni su bondad ni su brillantez la podrán sacar. Necesitará aprender a no hacerse daño, a transformar sus inseguridades en fortalezas y a descubrir que las marcas de su cuerpo pueden dejar de ser enemigas acérrimas y convertirse en aliadas estratégicas. Por suerte, encuentra la ayuda de la tía Natalia, que le lanzará la cuerda para trepar desde la oscuridad del fondo.
AUTORA
Beatriz García Fernández (Gijón 1981)
Licenciada en Química por la Universidad de Oviedo, en las especialidades de Química Orgánica e Inorgánica, trabaja como profesora de Física y Química en Educación Secundaria y es máster en Investigación de la Comunicación Científica. El color de los hidrocarburos es su primera novela. En ella, su protagonista se enfrenta a tres realidades que se interrelacionan: el poder sanador de la aceptación de uno mismo y sus imperfecciones, la necesidad de recurrir a ayuda para alcanzarla y la profesión docente como aprendizaje por y para la vida.