CÍRCULO ROJO.- Casimiro García Barroso se ha inspirado en la crudeza de la vida diaria, para publicar, ‘Ni viuda, ni casada’, una novela que, como él mismo expresa, dedica “a la mujer luchadora que no se rinde ante la adversidad de que todo haya de darse por perdido. También a quien no se arredra y pone su afán en salir del infortunio, utilizando los caminos que van a su encuentro para afrontar la realidad de la vida”.
Publicada en Círculo Rojo, Grupo Editorial, el lector va a encontrar, según las palabras del autor, “conforme avance, el lector pasará de una profundidad emocional a una comparación con aquello con lo que convive a diario. El ingenio de la protagonista le hará disfrutar con sus monólogos, plenos de ocurrencias, ante el retrato de su marido, desaparecido en combate y certificada su muerte. La complejidad de las emociones, hace que el lector se sienta cautivado por el desarrollo de un proceso de duelo, mezclado con determinados componentes humorísticos que conforman la perspicacia de los soliloquios”.
SINOPSIS
José y Josefina forman un matrimonio de los conocidos como bien avenido.
Un día, Pepe, militar de profesión, sale con destino a Afganistán, en misión bajo bandera de Naciones Unidas. Tiempo después le es notificado a Josefina la desaparición en combate de su marido. Todo apunta a que un obús lo pudo haber desintegrado sin dejar rastro.
Se abre una investigación larga y tediosa para localizarle con vida o, al menos, el cuerpo con el que certificar su muerte,
Pasa el tiempo, Josefina en su soledad, encuentra la evasión en los monólogos que, día tras día, se monta frente a un retrato de su marido, que conserva colgado en la falsa pared de la chimenea, en el piso donde vive. Habla de soledad, angustia, de su penuria económica, falta de apoyo, reveses de conocidos y amigos ante la ausencia de su marido. Poco a poco descubre la posibilidad de sortear todo eso con los alegres recuerdos de las historias vividas juntos, lo que la conduce “a soltarse el pelo”, haciendo hincapié en un “hasta aquí hemos llegado” Ni viuda ni casada. Sola, muy sola, está dispuesta a que sino vuelve, dejando la guerra, comienza a hacer lo que le venga en gana. El espíritu de Pepe no es quién para imponerla su voluntad.
Estas y otras circunstancias hacen que sufra continuos cambios de humor, consecuencia de sus fantasías que, no locuras, sobre la situación en que vive que hacen, como ella mismo dice, “me descontrolan con facilidad”. La aparición de un extraño hará que se multiplique su descontrol.