¿Por qué crees que hoy en día, pese a todo, pese a la lucha de tantos, siguen persistiendo la desigualdad, los prejuicios y la injusticia hacia el otro?
Me parece que, a lo largo de la historia, ha habido demasiados motivos y hechos para que las sociedades vivan en un constante juicio discriminatorio con respecto a sus iguales. Tal vez la religión ha tenido mucho que ver en esto o, quizás, la educación que se ha proyectado de generación a generación en diferentes culturas e ideologías.
Por esto me mantengo en la idea de renovar los sistemas educativos actuales, un asunto clave para que la gente comience a darle valor a lo que aprende y logre ser consciente de que todo cambio comienza individualmente.
Hemos sido adoctrinados en la competitividad, a veces desmesurada y salvaje. Nos han enseñado al “divide y vencerás” o al “pez grande siempre se come al pequeño”. En conclusión, la ley del más fuerte apunta a haberse implantado en la genética humana desde el neonato y hasta el cementerio. Incluso los panteones parecieran rivalizar y desestimar las modestas lápidas de lo que, en ambos casos, albergan solo gélidos huesos.
¿Crees que es lógico hablar de humanidad en un mundo como este?
Teniendo en cuenta la deshumanización a la que hemos estado expuestos durante siglos, considero que es todo un privilegio y, a su vez, un acto de osadía recordar, hablar y escribir acerca de nuestra naturaleza humana. Cabe indicar que la tecnología, tan de moda en estos tiempos, no demuestra ser una herramienta que humanice, solo habría que echar un vistazo cuando salimos a la calle.
Hablar de humanidad implica observar nuestra parte sensible, cívica y ética. Darle valor a esto es conseguir que la gente se desempeñe en profesiones dignamente. Que los padres y madres instauren en sus hijos el valor de la empatía y solidaridad. Si a una generación se la alienta e instruye bajo valores éticos y de igualdad, se estará sembrando una semilla que germinará en mentalidades absolutamente tolerantes y respetuosas con el prójimo.
Por tanto, merece la pena expresarse sobre la humanidad cuantas veces fueran necesarias y, sobre todo, cuando es lo que lamentablemente parece haberse infravalorado o perdido.
¿Cómo crees que afectará esta pandemia que estamos viviendo a la situación de los derechos humanos a nivel global?
La situación actual, de la que aparentemente nos estamos recuperando, no ha servido de mucho con respecto a una toma de conciencia. La gente está triste, depresiva y, consecuentemente, más susceptible. De no conseguir un punto de calma y una individual visión interna, estos tiempos que acechan serán algo crudos globalmente hablando.
En este sentido, los derechos humanos continuarán jugando el papel que desde 1948 tuvieron. Cabe destacar que cualquier derecho o deber no es una simple teoría ni una premisa meramente intelectual. Si se aplicasen en la vida diaria, como una conducta establecida y favorable para todos, con gran probabilidad no habría que recurrir a ellos en momentos únicamente difíciles o convulsos.
De alguna forma, esto es lo que abordo a lo largo del libro.
¿Tienes esperanza en que algún día construiremos una humanidad más justa, igualitaria y fraternal?
Como he reseñado, confío en que la humanidad pueda dar un paso en conciencia y humanidad propiamente si se restauran los sistemas educativos.
Cuando hablo de renovar la educación, es evidente que me refiero a darle un sentido mayormente humano y con una especial relevancia a los valores de la justicia, igualdad y fraternidad. De otro modo seguiremos cometiendo los mismos errores y experimentando nuevos ciclos de pobrezas, guerras y desigualdades mundiales.
¿Cómo recomendarías Derechos Humanos en la Vida Diaria a sus potenciales lectores?
Lo recomendaría como un libro de bolsillo, de fácil lectura y práctico. Es una obra que induce a pensar en qué somos, a reflexionar en cómo podemos transformar nuestras vidas y, por ende, las sociedades en su conjunto.
Es una lectura a ser estudiada y analizada.
¿En qué género clasificarías Derechos Humanos en la Vida Diaria?
Lo han clasificado como un ensayo literario, pero no quiero obviar que cuenta con información rigurosa, datos históricos, una filosofía que induce a profundizar y, por supuesto, sugerencias para desenvolverse en la vida diaria satisfactoriamente.
¿Te atreverías con otro género literario?
Tal vez una novela con un toque de ficción y que conserve algún mensaje para la mejora humana. Estoy en ello actualmente.
¿Algún proyecto en ciernes?
Como he mencionado, tengo unas profundas ganas de terminar una novela. He escrito varios relatos, por lo que veo posible cumplir con un género similar y de mayor extensión.
¿Cuáles son tus principales influencias literarias, filosóficas y artísticas?
Por ahora no es conveniente hablar de mi fuente e influencias. Sí recomiendo a los lectores que recurran a obras y personas que orienten al conocimiento de sí mismos.
¿Ha recibido ya algún feedback de los primeros lectores?
El libro también es un compendio de diversos artículos que publiqué anteriormente en varios medios de comunicación. Ellos tuvieron buena aceptación y cierta repercusión. Otra parte es inédita y está en consonancia con la idea general del libro.
Es una lectura provechosa para aquellos lectores a los que les emocione la filosofía y el conocerse mejor.
¿Quién es?
David Valentín Torres nació en Gran Canaria, España. Se capacitó en Electrónica Digital y luego se formó como Educador Social. Durante varios años trabajó para algunas instituciones sociales. Considera vocacional su faceta literaria, habiéndose iniciado en la poesía desde temprana edad. En la juventud editó libros de su autoría para compartir con una agrupación filosófica de la que fue cofundador. Ha escrito diversos relatos y guiones para cortometrajes, facilitando siempre una enseñanza asertiva en ellos. Es autor de 40 Consideraciones para una Saludable Relación de Pareja, Derechos Humanos en la Vida Diaria y No Llores Más. Ha viajado por una docena de países dando a conocer su esencia cultural, histórica y social. Escribió para el diario Faro de Vigo sobre la atención e importancia hacia las personas con discapacidad. En la actualidad publica a través de su blog, colabora para el periódico Digital Faro Canarias, la Cadena del Talento y está implicado en la redacción de una novela. Fue miembro de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles (AEAE). Ha colaborado para programas de radio, en charlas orientadas a la filosofía y continúa con su incesante labor de escritor.