¿Qué hay de real en esta obra, aparte del contexto histórico en el que se desarrollan las acciones pretéritas?
Más allá de todos los aspectos de la guerra que rodean al personaje en sus aventuras, hay poco de realidad. El marquesado de Gibranzos no existió, cómo tampoco existió Alonso Quiñones, pero sí que he querido dar rienda suelta a mi imaginación, recreando como podría haber sido la vida de un joven Ingeniero de Caminos, como yo, que se vio sorprendido por el estallido de la Guerra Civil Española.
¿Qué le llevó a escribir La victoria era esto?
A mi me ha gustado siempre leer cualquier libro (ensayo o novela) relacionado con la historia, en especial con la historia de España y en particular con la Guerra Civil Española. No obstante, lo cierto es que jamás me había planteado escribir una novela, pero en el contexto de revisionismo histórico en el que nos encontramos, comencé a plantearme qué hubiera pasado en España si, una vez iniciada la guerra, las cosas hubieran cambiado y al final los vencidos hubieran acabado siendo vencedores. ¿Se habría convertido España en un paraíso democrático y liberal o se habría instaurado otro tipo de régimen? En base a lo que he leído y estudiado, he querido dar respuesta a esta pregunta con mi novela.
¿Por qué decidió construir la narración en primera persona, como si de una especie de diario se tratase?
Me salió de forma natural. Quería contar la historia de Alonso Quiñones y me pareció que lo mejor era que la contara él mismo. Creo que te ayuda a empatizar con el personaje y a implicarte en sus aventuras y desventuras.
¿Cómo fue el proceso de escritura y documentación de esta novela, repleta de información histórica?
El proceso de documentación se inició hace muchos años. Como comentaba anteriormente, he leído gran cantidad de libros relacionados con la contienda española escritos por autores de diversas tendencias políticas. Al final, cuando un tema te apasiona tanto, los datos se quedan fijos en tu subconsciente y a la hora de escribir solo tienes que abrir la puerta que comunica con esa parte de tu memoria para rescatar la información.
Por otra parte, también he realizado un importante trabajo de campo, visitando la mayor parte de los escenarios que recreo en la novela, para hacer una composición espacial. Mi intención era ver lo mismo que vieron aquellos compatriotas que lucharon unos contra otros hace más de ochenta años. Algunos lugares se encuentran increíblemente bien conservados y es relativamente fácil imaginarnos a los soldados en las trincheras.
Entendemos que es importante no desvelar nada de los inquietantes derroteros a los que conduce la novela en su última parte, pero, si le parece bien, ¿nos podría comentar cómo se le ocurrió este brillante giro narrativo?
A decir verdad, antes de comenzar a escribir la novela tenía claro el inicio y el final de la misma. Sabía cómo quería que comenzara y cómo quería que terminara, por lo que toda la trama va encaminada a que se produzca el giro narrativo.
¿Qué opina del debate actual sobre la memoria histórica y sobre el revisionismo de hechos luctuosos del pasado, como la Guerra Civil?
Mi opinión es que la historia es la que es, y que no la podemos cambiar. Hay hechos de nuestro pasado de los que nos tenemos que sentir orgullosos, y otros que sin duda nos deberían hacer sentir vergüenza. Y es fundamental conocer qué pasó en un país como España, que en abril de 1931 recibió con euforia a la República, apoyada desde la práctica totalidad de los sectores, y en apenas cinco años, todo desembocó en una sangrienta guerra civil.
La respuesta a esta cuestión no es tan sencilla cómo muchos nos quieren hacer creer. No se trató sólo de unos militares conservadores que querían acabar con la República. Las elecciones de febrero del treinta y seis dejaron claro que España estaba dividida, habiendo dilapidado la República en un lustro el apoyo de la mitad de la población.
La historia hay que dejarla a los historiadores, que son los que la estudian y analizan. Si los políticos pretenden que veamos la historia desde un único prisma, se está hurtando a los ciudadanos la posibilidad de conocer todo el contexto que rodeó los hechos que sucedieron.
¿Cómo recomendaría La victoria era esto a sus potenciales lectores?
La victoria era esto es una novela que sin duda les va a encandilar a los apasionados de la historia relacionada con la Guerra Civil Española; pero no solo a ellos. La lectura de la novela se realiza de forma ágil, y rápidamente empatizas con el propio protagonista, y los personajes que le acompañan en su aventura.
No es necesario tener un gran conocimiento previo del contexto histórico, porque he intentado dar pinceladas del mismo en la novela, para que además de entretener, sirva para conocer un poco mejor lo que sucedió en aquellos años.
¿En qué género clasificaría La victoria era esto?
Es claramente una novela histórica, si bien a partir de la batalla del Ebro, momento en el que la historia comienza a cambiar, podemos clasificar como una distopía o ucronía, es decir, una novela que cuenta hechos del pasado de forma diferente a como realmente sucedieron. También se podría clasificar como historia-ficción.
¿Se atrevería con otro género literario?
Todo es cuestión de plantearlo, pero ahora mismo me siento muy cómodo en este género porque es el que más me gusta. Yo creo que un escritor debe disfrutar con lo que escribe, si esto no es así, difícilmente podrá disfrutar el lector.
¿Algún proyecto en ciernes?
Todas las personas que han leído el libro me han reclamado una segunda parte, por lo que es posible que las aventuras de Alonso Quiñones García de Paredes no acaben con La victoria era esto.
¿Cuáles son tus principales influencias literarias, filosóficas y artísticas?
En relación a la temática histórica, he bebido de fuentes como Stanley Paine, Paul Preston, Ángel Viñas, Pedro Corral, César Vidal, Hugh Thomas, Salas Larrazábal, o Juan Eslava Galán entre otros. Por otra parte, también me gusta Pérez-Reverte en su faceta de autor de novela histórica.
Desde el punto de vista filosófico me interesa la unión de la Guerra Civil con los aspectos sociológicos de la misma, algo en lo que se ha centrado mi paisano José Luis Moreno Pestaña.
Por último, destacar la influencia que sobre mi ha ejercido la pintura de Goya o de Jheronimus van Acken «El Bosco», creo que son artistas que trascendieron nuestra realidad con su pintura.
¿Ha recibido ya algún feedback de los primeros lectores?
Sí, y tengo que confesar que todo el mundo me dice que le ha encantado la novela, que te engancha y que no quieres que acabe nunca. Por eso lo que comentaba antes en relación a la petición de una segunda parte.
Para mí no puede haber mayor satisfacción que algo que has escrito con tanto cariño, acabe sirviendo para que la gente pueda pasar un buen rato disfrutando de las historias que han salido de tu imaginación. Realmente es muy gratificante.
¿Quién es?
José Manuel Pancorbo, nacido en Linares (Jaén) en 1983, es Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad de Granada.
Su interés por la historia reciente de España lo ha llevado a escribir su primera novela ambientada en la Guerra Civil Española, finalista del VIII Premio Hispania de Novela Histórica.
En esta obra ha combinado sus dos pasiones: la ingeniería, y la historia, adentrando al lector en una ficción distópica que plantea un final alternativo a la contienda fratricida.
josemanuel.pancorbo.3
@jose_m_pdlt