¿Cómo es posible que hayamos llegado a este sistema económico y social tan maligno y tan dañino?
Es precisamente lo que está descrito en el Libro 1º, mediante una organización social nefasta, de atrincheramiento de las personas en grupúsculos de lucha contra los demás, con las miras de poseer todo lo posible de recursos del planeta para ellos solos, por encima de los demás, es como se llega, además, a esquilmar al planeta por encima de sus posibilidades y a crear un sistema de enfrentamiento entre congéneres en el que prima el acaparamiento de bienes en propiedad exclusiva para unos, en grupo reducido o individualmente, en oposición a los demás, y esto se extrapola a los niveles de agrupaciones más grandes de individuos, como pueden ser, regiones, países, empresas, partidos políticos, etc. Por ello, las personas, en grupitos o individualmente, acaparan bienes, territorios, etc. para su uso exclusivo, dando como consecuencia, por un lado, la negación de sus usos a otras personas que no han conseguido poder para poder comprarlos y que en algunas ocasiones los pueden necesitar, y por otro lado, más dañino todavía, de llevar esto, como decíamos, a una explotación excesiva y no sostenible, de los recursos de la naturaleza de este planeta, que ya está desequilibrado por esto, y nos está presentando sus consecuencias, ya que como se oye decir a algunas agrupaciones actualmente no hay planeta B, esto ya lo expuse yo, hace muchos años, por cierto con poquísimo seguimiento y hasta desprecio de mi labor por la sociedad.
¿Qué podemos hacer para cambiarlo?
Para cambiar todo este sistema social actual se debe enseñar a la humanidad a realizar un cambio en su educación y mentalidad, ajustándose a los valores y principios que se exponen en el Libro Tercero de mi obra; y tengan presente que en su estancia aquí en la Tierra deben crear un entorno feliz para todos y conservar en las mejores condiciones a la naturaleza que Dios nos ha proporcionado, que nos ha dejado a nuestra responsabilidad, actuando con justicia y con el mismo amor y dedicación para con todos sus congéneres, con el mismo acceso de los recursos para todos, como vemos en este libro, sobre una estructuración sin dinero, sin propiedad privada, idioma común, conocimientos al servicio de todos, etc. Es así como se conserva además el patrimonio que Dios nos ha dejado en este planeta, ya que al estar los distintos recursos al servicio de todos en general, no se hace una superexplotación y consumo con sus residuos correspondientes que exceden la capacidad regeneradora de la Tierra, al tener y producir muchos de estos recursos y procesos, para muchas personas a nivel particular, que es lo que se está haciendo ahora en prácticamente todo el planeta.
¿Por qué nos hemos alejado de Dios?
La humanidad se ha alejado de Dios, del verdadero Dios, que no está en unas imágenes, ni en unos ritos determinados, ni en representantes artificiales creados por el hombre, formando estructuras religiosas de diversos tipos, que se erigen en representación de Dios, y trasladan a sus seguidores principios que van en contra de la armonía con Dios, unos se acogen a esos pronunciamientos que les dan cobertura a su forma de vivir, aislada y sin tener en cuenta a la mayoría de sus congéneres y que les permite acaparar bienes propios para poder subyugar a otros y en todo caso, usarlos cuando los necesite, y también, el hombre, en otros casos, parece que ha creído que con sus avances en la ciencia es lo bastante autosuficiente y que no depende de Dios para nada, y ya el colmo de la irresponsabilidad es como ya estamos viendo la cantidad de desastres, cada vez más frecuentes, que se dan en este planeta, que algunos digan que si hubiera Dios no se darían estos males, ¿pero es que no se dan cuenta de que si se dan esos desastres es por su mismo alejarse de las directrices de Dios en su actuar en la vida aquí, que está produciendo esa disarmonía con la estructura de Dios?
¿Es posible una moral sin Dios?
Está claro que no. A medida que se van implantando más conductas contrarias a los valores de Dios, más amoral es el comportamiento de estas sociedades y más consecuencias de infelicidad para las personas conlleva y más desprecio a las consecuencias que las conductas acarreen a los demás, sin una guía totalmente deseable, que nos mantenga en nuestro caminar, con la verdadera intención de desarrollarnos en el bien, que Él nos transmite, la vida está llevada con la arbitrariedad, de llevar las acciones que cada uno crea en esos momentos que le favorecen a ellos mismos, seguramente creando injusticias e inseguridad para los demás, por tanto un mundo desequilibrado e infeliz. Hay en estos sistemas muchas formas de hacer ganancias para sí mismo, que no son prohibidas por ninguna ley y que sin embargo redundan en privaciones e infelicidad para otros.
¿Cómo podemos construir un mundo mejor, más justo y más cercano a Dios?
Pues, como ya he dicho anteriormente, y se expone en esta obra, con estas enseñanzas poner en marcha estas estructuras sociales que se exponen, adoptar y regirse mediante estos valores y principios, y de esta forma se hará un entorno y una naturaleza feliz y justa para todos y al responder con el equilibrio y mantenimiento que requiere el medio ambiente que Dios nos proporciona ,iremos en consonancia con Él y no con la depredación y desprecio que se está actuando ahora.
¿Tiene usted esperanza en que esto pueda realizarse algún día?
Yo no soy el que tiene que tener o no esperanza, el que yo la tenga o no, es irrelevante, yo bastante he pregonado ya en el desierto; los que la tienen que tener son los demás, ya está bajo sus hombros esa responsabilidad. Si una mayoría acepta esta nueva forma de vivir, ya lo pueden hacer; si no, ellos conducirán a la humanidad a un declive cada vez mayor, que los conducirá al desastre final. Mi obra es un tratado de enseñanza del desarrollar la vida en consecuencia con Dios y de acuerdo a sus directrices, que es el camino que les llevará a Su encuentro. Yo he rogado, hasta con tres huelgas de hambre, en la última, cerca de la muerte, que se incluyeran estas enseñanzas en los planes educativos, yo ya no puedo o no sé, qué más hacer.
¿Cómo recomendarías El verdadero camino hacia Dios a sus potenciales lectores?
Tienen que comprender que solamente en esta obra encontrarán las enseñanzas para organizar entre todos los acontecimientos y desarrollo de la vida aquí, en la que prevalecen los valores de bien y justicia que conectan con las directrices que nos marca Dios, adoptando principios y valores que nos resalta el Libro Tercero y un vivir de acuerdo a ellos; y desarrollando la organización social y las estructuras entre toda la humanidad, que nos plantea el Libro Cuarto de esta obra y además, es desarrollando la vida bajo estas estructuras y mentalidad como se conserva el equilibrio que mantiene el planeta y sus recursos en armonía con las directrices de Dios y será la única forma que nos detendría toda esta cadena de desastres, que vienen sucediendo y que conducirá al hombre a sus más infelices situaciones, si no se rectifica de una vez la forma de conducirse aquí la humanidad.
¿Te atreverías con otro género literario?
No me planteo ahora escribir nada más, ya que, si habiendo puesto a disposición de la población esta herramienta tan necesaria de la que pueden obtener tantos beneficios, no se está teniendo en cuenta para nada, no hay nada mejor que ofrecerles, no voy a perder tiempo en hacerles un relato de historias de personajes imaginarios que solo son para emplear tiempos en lecturas que no son soluciones de los problemas que nos acechan ni nada. Antes se han de conocer y estudiar los conocimientos para dar soluciones a los obstáculos de la vida que perder tiempo en historias que no nos solucionan nada.
¿Algún proyecto en ciernes?
No, como ya he dicho en la anterior pregunta, mientras que estas enseñanzas no tengan la difusión conveniente, no me planteo nada más.
¿Cuáles son tus principales influencias literarias, filosóficas y artísticas?
No considero tener influencias claras de alguna fuente o tendencia, si he estudiado lógicamente por mis estudios las reflexiones de variados filósofos, que por cierto son la gran inmensa mayoría, que sustentan a Dios como elemento central e irrenunciable, de los cuales, algo también he podido concluir.
¿Quién es?
Manuel Fernández Herrera, nacido en Sevilla (España) en 1948. Después de sus estudios de Bachiller en la ciudad de Sevilla, que terminó en el Instituto de Enseñanzas Medias San Isidoro de esta capital, cursó los estudios de Oficialía y Maestría Industrial, entre las Escuelas Politécnicas de Granada y Sevilla donde los terminó.
Después de años de dedicación laboral y aún continuando con su trabajo, aunque después de obtener el título de Profesor de Conductores, cambió de su dedicación industrial a la docente, y, continuando con esta dedicación, ingresó en la Escuela de A. T. S., donde obtuvo el título de Ayudante Técnico Sanitario, y empezó su dedicación laboral sanitaria. A la vez que se mantenía en esta labor, ingresó y terminó el título de Licenciado en Medicina en la Facultad de Medicina de Sevilla, realizando labores en dicho campo; al mismo tiempo realizó los estudios de Filosofía en la facultad del mismo nombre. También obtuvo posteriormente un Máster en Gestión Medioambiental. Simultaneó con su dedicación a la escritura, su dedicación a la militancia en diversas organizaciones ecologistas y de carácter social, donde dio charlas y escribió artículos en diversas ocasiones.