¿Por qué es tan importante el desarrollo de la atención y la motivación en los alumnos?
La atención es imprescindible para poder memorizar y para poder aprender porque si yo no atiendo la complicación para retener la información en mi memoria se incrementa. Muchas veces nos creemos capaces de hacer varias cosas a la vez y no nos damos cuenta que realmente lo que nuestro cerebro hace es saltar de una tarea a otra. Sólo podemos mantener dos actividades al mismo tiempo cuando una de ellas o las dos no requieren de nuestra atención, es decir, las hacemos inconscientemente. El sistema atencional es un mecanismo complejo que implica más de una red neuronal por eso es importante conectar al alumno con su tarea y para eso la clave es que le resulte interesante, esto es, que sienta la motivación para hacerlo. Únicamente en el momento en el que algo encienda el interés del alumno será capaz de activar todas esas redes atencionales y ponerlas al servicio de la tarea. Solamente así acabará memorizando y aprendiendo.
¿Es importante el bienestar emocional en el aprendizaje?
Creo que todo el mundo estará de acuerdo conmigo si digo que el bienestar emocional es importante en cualquier aspecto de la vida: en la toma de decisiones, en el diseño de proyectos vitales o profesionales, en el desempeño de una función laboral concreta… y, por supuesto, en el aprendizaje. Las emociones son reacciones fisiológicas a factores externos y son inconscientes. La emoción siempre es más rápida que la razón y la reacción emocional está relacionada, en la mayoría de los casos, con aprendizajes y experiencias previas. Existe una sustancia generada por el cerebro que está muy ligada a las emociones: la dopamina. Ésta es generada en mayor cantidad cuando la sensación es placentera y disminuye cuando las emociones son más negativas. Cuanto mayor es el nivel de dopamina mejor es el aprendizaje porque ante la satisfacción de una respuesta correcta se refuerza la memorización. Por lo tanto, la respuesta a tu pregunta es sí, debemos cuidar mucho la situación emocional de nuestros alumnos en particular y, por ende, del aula entera. Un ambiente cordial en el aula facilita el aprendizaje.
¿Aprendemos solo durante nuestra infancia y adolescencia o seguimos aprendiendo toda la vida?
Hasta hace algún tiempo se relacionaba aprendizaje con juventud. También se relacionaba el término inteligencia con cociente intelectual. Pero esas ideas ya han sido desplazadas. Hoy podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que nuestro cerebro puede estar en continuo proceso de aprendizaje durante toda nuestra vida. Eso se debe a la plasticidad neuronal, que es la capacidad de nuestro cerebro para adaptarse a nuevas situaciones creando o reforzando las conexiones entre nuestras neuronas. Esas conexiones, que se denominan sinápticas, son la clave del desarrollo cerebral. Cuanto más activo tengamos nuestro cerebro en cualquier etapa de nuestra vida más flexible (como cualquier músculo) se mantendrá y más fácil será el aprendizaje.
¿Qué es la metacognición y por qué es importante?
La metacognición es la revisión activa del proceso de aprendizaje. Es decir, la tarea que realizamos al final de una actividad de aprendizaje sobre lo aprendido y, especialmente, sobre cómo lo hemos aprendido. Esto es, hacer consciente el proceso que hemos realizado para llegar al punto en el que nos encontramos, definiendo los pasos que hemos dado, las dificultades que hemos tenido, etc. Se trata de una herramienta muy poderosa para conocer nuestra forma de aprender. De esa manera podemos trasladar lo que nos ha salido bien a otras situaciones de aprendizaje y rechazar lo que nos hace fallar.
¿Cree que sus propuestas tienen cabida en nuestros actuales sistemas educativos?
El sistema educativo lleva varios años en proceso de cambio. Muchos de mis colegas (educadores a todos los niveles) ya han incorporado este tipo de propuestas en su labor en las aulas. Las ideas recogidas en esta obra no son nuevas, es decir, no ofrecen modelos completos para aplicar tal cual. Se trata de pequeñas aportaciones con base científica que podemos añadir a nuestra práctica docente que pueden mejorar sustancialmente el resultado de aprendizaje de nuestros alumnos. En educación, muchas veces, no hace falta tumbar del todo un sistema. Es suficiente con reflexionar sobre el porqué de aquello que proponemos a nuestros alumnos y cuando creamos que no funciona ajustarlo conforme a hechos probados. Es importante seguir la senda de la Educación basada en evidencias.
¿Cómo surgió esta extraordinaria obra? ¿Qué le motivó a escribirla?
Yo soy maestro y, como muchos compañeros de profesión, durante nuestra vida laboral sigo formándome e intentando mejorar mi labor todos los días. Si me animé a compartir estas ideas en un libro es porque realmente funcionan. Porque tras descubrirlas durante un Master sobre Neurodidáctica y ponerlas en práctica me di cuenta de que merecían la pena y, sobre todo, cambiaban las actitudes en el aula. Lo que está recogido en esta obra son ideas con base científica, pero con aplicación práctica testada. Esas prácticas reales también están recogidas en el libro en forma de códigos QR que te dirigen a un blog donde se pueden encontrar vídeos, fotos, archivos, documentos… de la práctica en el aula.
¿Cómo recomendarías Crear escuela a sus potenciales lectores? ¿A quién está dirigida?
Una de las claves de la obra es que está muy bien organizada y no contiene nada de paja. Recoge ideas clave sobre estudios científicos del cerebro y sus posibles aplicaciones al aula. Es fácil de leer incluso para quien no se dedique a la educación, pero básicamente, está dirigida a profesores de cualquier etapa educativa. Lo han leído docentes de diferentes partes del mundo, en diferentes contextos sociales y de diferentes etapas educativas y a cada uno le ha aportado algo que poder llevar a su trabajo. Por lo tanto, todo aquel que tenga inquietud por mejorar en “Crear escuela” encontrará un cajón lleno de recursos.
¿Te atreverías con otro género literario?
Escribir es algo que siempre me ha gustado. Tengo algún relato olvidado por ahí, algún cuento también escribí cuando estaba en la facultad, pero mi vocación es la educación y en ella vuelco todo mi potencial. Desde mi punto de vista, para ser bueno en algo hay que dedicarle mucho tiempo y fuerza. El buen escritor necesita trabajar mucho cada palabra de su obra y, sobre todo, centrar la mayor parte de su esfuerzo cognitivo en ello. Cualquier persona que se dedique a la educación sabe que consume mucho tiempo y mucha energía. Por ahora no me queda para dedicarle a la escritura.
¿Algún proyecto en ciernes?
Crear escuela nunca fue un proyecto planificado con antelación. En un momento concreto se dieron varios factores que permitieron que esa idea saliera adelante. Algo así como un caldo de cultivo muy fructífero pero fortuito de cuyo resultado estoy muy orgulloso. Visto así, yo sigo trabajando en mi aula, con mis alumnos, trasformando cada vez en algo nuevo lo que realizo y si en algún momento dado se vuelven a alinear los astros y surge algo nuevo lo alimentaré con gusto. No soy de los que dejo pasar las oportunidades.
¿Cuáles son tus principales influencias literarias, filosóficas y artísticas?
En mis tiempos de estudiante leía mucho más que ahora. Hoy en día toda la lectura está relacionada con mi profesión. No podría citar ningún autor de esas disciplinas, pero sería injusto si no mencionara a grandes maestros de estos últimos años e inspiradores en cierto modo de mis ganas de Crear escuela: Francisco Mora, Jose Antonio Marina, Rosa Casafont, Ignacio Morgado, David Bueno, Anna Forés…
¿Quién es?
Xabi Gomez (Tolosa, 1980), maestro de primaria y lengua extranjera en el colegio Herrikide de Tolosa desde 2004, siempre ha mostrado su compromiso por la mejora continua de su práctica docente y su interés por la formación en el ámbito educativo. Conocedor y usuario de metodologías CLIL desde el comienzo de su andadura profesional, pasando por la formación y práctica de programas de Inteligencia Emocional e Inteligencias Múltiples hasta llegar al mundo de la Neurociencia. Tras finalizar un máster sobre Neurodidáctica (Madrid, 2018) y convencido de la necesidad de basar la labor docente en evidencias científicas, nos ofrece un resumen de las conclusiones más recientes sobre neurociencia aplicadas al aula. Todas ellas están enriquecidas con ejemplos reales con el fin de ayudar al docente en su práctica diaria.