CÍRCULO ROJO.- Daniel Alcázar publica el poemario ‘La Arquitectura de la luz’. Escribe desde que tiene uso de razón y llevaba ya un tiempo creando en su cabeza esta obra.
Lo que más destaca de ella es lo bien que ha conseguido plasmar sus emociones, que van desde la tristeza al optimismo lanzando un mensaje esperanzador.
Orientado a sus hermanos y a los que consiguen conmoverse con la lectura, ha conseguido inspirarse en las experiencias que le ha tocado vivir.
Publicada en Círculo Rojo, Grupo Editorial, el lector va a encontrar, según las palabras del propio autor, “tres partes bien diferenciadas. En cada una de ellas trato varios temas que van desde la infancia hasta los momentos finales de la vida, todos ellos tratados a través del Amor y guiados por la Luz que todos llevamos dentro. Es un poemario intimista y Universal”.
SINOPSIS
La Arquitectura de la luz es un poemario intimista a la vez que universal. Dividido en tres partes, el autor hace un recorrido, desde su propia experiencia, por las distintas etapas que iluminan la existencia: infancia, amor y muerte, entendiendo esta última como el resurgir y no como el final. Además, abarca temas como el paso del tiempo, las relaciones humanas y la reflexión existencial, todo ello con un lenguaje preciso, entusiasta y a veces demoledor.
En definitiva, es un poemario donde la luz lo alumbra todo, incluso las zonas más sombrías de la existencia, llenando sus páginas de versos brillantes en su forma y, especialmente, en su contenido.
AUTOR
Daniel Alcázar nació en Cádiz en 1980. Es profesor de formación Vial. Ha publicado recientemente el poemario Ruinas (editorial Talón de Aquiles, 2023). Con La Arquitectura de la luz se consagra como un poeta prolífico, ya que además tiene finalizado su tercer poemario, a falta de publicación.
Autor autodidacta capaz de reflejar en sus poemas una alta dosis de emoción y sensibilidad. En uno de sus versos: «Me he iluminado por dentro, con tanta furia, /que dicen que me brillan los ojos, /el poeta resplandece y expande su claridad iluminadora al lector».
