Se trata de una obra escrita desde un punto de vista escéptico en la que este joven escritor invita al lector a cuestionarse todo lo que le rodea.
CÍRCULO ROJO.- Pablo Catalicio Ortiz siempre ha sido un amante de la lectura, como el mismo dice en su biografía, “siempre he sido el niño rarito que por las tardes prefe¬ría quedarse en casa”, sin embargo, a sus dieciséis años ha sorprendido al mundo a través de su obra: ‘Diario de un exoplaneta’.
“Destacaría quizá mi escepticismo, la cuestión constante de todo lo que me rodea y la forma directa que tengo de comunicarme con el lector, así como de despertar sentimientos comunes con la obra, por la universalidad de la temática”, explica él mismo.
Publicada en Círculo Rojo Grupo Editorial, el lector va a encontrar universalidad de sentimientos, cercanía, duda, y, sobre todo, “una descripción detallada de mi mundo interior”, tal y como describe el propio autor.
Así, este joven autor dirige su obra a todo tipo de público, a partir de la adolescencia. “Hay capítulos dirigidos a un público más joven, quizá, por mi edad. Pero en general, todos los capítulos son universales en cuanto a carácter y contenido, y creo que son fácilmente legibles a cualquier edad”.
SINOPSIS
Siempre he sido diferente. Desde que tengo uso de razón he necesi¬tado la escritura para poder paliar todo aquello que llevo por dentro. Y Diario de un exoplaneta es el intento de encarnar mi lado más visceral e irracional, para conseguir que todo duela un poco menos. Y de paso, legarle al mundo la visión de alguien a quien han intentado recluir en un sistema donde no podía orbitar. Un exoplaneta, que ha tardado años en descubrir que lo era.
Me he echado varios pulsos con el sistema, le he lanzado dagas sin ton ni son, con poco miedo de que se tornen en mi contra. He san¬grado ahí dentro, me he dejado llevar por la pasión y he relatado decenas de momentos que en su momento me dejaron sin palabras. Le he hablado a quienes quiero, he agradecido cada paso que doy mientras te contaba el miedo que me ha generado darlos. Te he invi¬tado a vivir y, acto seguido, te he dicho que vivir es una mierda. Pero estas son las reglas del juego de la mejor forma en que las he podido redactar. Que comience la partida, ahora que sabemos que jugamos con el viento en contra.
AUTOR
Me llamo Pablo Catalicio Ortiz, tengo dieciséis años y vivo en Abla, un pequeño pueblo de la comarca Río Nacimiento, en el interior de Almería. Soy un amante visceral de la música indie. Toco el piano desde mis ocho años, y la trompeta desde los doce. Siempre he sido el niño rarito que por las tardes prefe¬ría quedarse en casa. Y a sus dieciséis años de edad, el niño rarito ha evolucionado para rom¬per estigmas y connotaciones peyorativas de aquello que debería considerarse normal, que no es más que soltar la ignorancia de la mano.
Soy un amante de la filosofía, de la historia y del arte. De vez en cuando, toco en alguna sala de conciertos con mi banda, otras me de¬dico simplemente a ser feliz mientras soy yo quien se deja la garganta en la pista.
Nace de mi escepticismo esto que hoy te traigo. Para quienes no entendáis el porqué de lo que hay aquí dentro, y para todos aquellos que seáis capaces de llorar cada una de es-tas letras conmigo. Esto es para ustedes. Para quien me entiende y para quien no concibe el mérito entre estas líneas. Bienvenidos a mi exo¬planeta. Abróchense los cinturones.