Este autor licenciado en derecho y amante de las letras presentará su obra el próximo sábado 26 de junio en la librería Berlín acompañado por la poetisa Patricia Crespo.
CÍRCULO ROJO.- ‘Paisajes de luz oblicua’ es el primer poemario del valenciano Juan Vicente Marcilla y que destaca por la intensidad de las emociones que describe y la inmensa luz que transmite. “Es un libro de emociones y de esperanzas, también de procesos trasformados en estados de la luz, un recorrido por la infancia a través de los ojos del niño interior que vive dentro y se reencuentra consigo mismo, en ese viaje interior junto al hijo que nos recuerda lo más bello de la vida: la inocencia, los sueños, la ilusión… Los poemas son intensos, creados en distintos procesos emocionales, convertidos en metáforas de luz, e intento trasmitir esos procesos para que el lector los interprete y los haga suyos”, explica él mismo.
Asimismo, la obra será presentada el próximo sábado, 26 de junio, en la librería Berlín, situada en la capital a las 12:00h y contará con la presencia de la poetisa Patricia Crespo.
Publicada en Círculo Rojo Grupo Editorial, el lector va a encontrar tal y como explica el propio Juan, “un recorrido por distintas emociones transformadas en luz. Todo tipo de paisajes y contrastes viajando a través de la vida y la naturaleza. La luz en sus distintos momentos de intensidad, brillante junto con las emociones más luminosas, momentos de contraste y confusión convertidos en luz tenue, recuerdos y sueños convertidos en luz reconfortante y cálida, la luz algo apagada que anida en una nostalgia más evocada que real y el encuentro con la luz más brillante de la vida: la luz de la esperanza”.
Se trata de un poemario inspirado en la gente “bonita” y en la necesidad del propio autor de transformar sus sentimientos en letras que compartir con todos aquellos que disfruten sintiendo y “quieran encontrar en las palabras un mensaje de esperanza y empatía con sus propias emociones”, sentencia, Juan Vicente.
SINOPSIS
La poesía es un viaje de miradas y de reconciliación, un abrazo cariñoso para el niño que vive dentro, un camino para entenderse y para crecer, una búsqueda de la luz que ilumina los lados más oscuros del pensamiento.
Paisajes de luz oblicua es un recorrido por los estados de la luz, un viaje que comienza al amanecer del mundo gris de las responsabilidades, transita junto al niño interior que se acurruca junto al alma, despliega la alegría en la mirada del hijo que nos recuerda lo más bello del paisaje, gira por los aprendizajes del amor y el desconcierto del desamor, tropieza con la muerte y la soledad, descansa entre los sueños y en los recuerdos lejanos traídos por el viento, se encoge en la añoranza, y al final descubre en su recorrido la luz más hermosa del mundo: la luz de la esperanza.
AUTOR
Juan Vicente Marcilla Peidró (Valencia, 1974) es abogado y mediador, licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia. Trabajó en banca durante más de una década, aunque sin perder nunca de vista las letras, el derecho y en especial la mediación, perfil profesional que reconoce como su auténtica vocación. Escribe desde que tiene noción de sí mismo. De niño escribía pequeños relatos, cuentos y hasta los sueños que recordaba. En la edad adulta, encuentra en la escritura un camino de conexión con sus más íntimas emociones, y en la poesía, un reflejo de su mundo interior, como un espejo de alivio y necesidad que le orienta en la compleja labor de entenderse a sí mismo y al mundo que le rodea. A lo largo de estos últimos años, ha colaborado con la revista deportiva Campeonas, publicación online dedicada al deporte femenino donde escribía crónicas semanales; también colabora de forma habitual con la revista digital del ICAV (Colegio de Abogados de Valencia) en su sección de mediación, donde ha publicado pequeños textos y poemas. En el año 2018, obtuvo el tercer premio en la variedad de relato en el certamen literario del Ayuntamiento de Valencia (Junta Municipal de Patraix) con la obra La flor escogida. Hoy nos presenta su primer poemario, Paisajes de luz oblicua, con la emoción de quien se siente al comienzo de una maravillosa aventura.