CÍRCULO ROJO.- Faviany Sánchez escribe desde que era pequeña. Siempre ha sentido pasión por las letras. Tenía un diario donde escribía todo. Después de seis meses, de la mano de Círculo Rojo, publica su obra ‘Viviendo con ángeles’.
La autora destaca “la ilusión de que todos seamos más cercanos a Dios, las herramientas para ser más humanos y más hijos del padre celestial”. Un libro dirigido a todos los públicos, desde niños a ancianos.
Faviany Sánchez ha asegurado que para escribir la obra tuvo inspiración divina. Además de los encuentros con Don Bosco y Michael Ángelo. El lector encontrará herramientas para acercarse a Dios e instrumentos para mejorar su comunicación con él.
SINOPSIS
Mi celestial encuentro con don Bosco y el arcángel Michael Angelo trajo consigo toda mi
inspiración divina para escribir este libro. Dios favorece al hombre alegre, así lo decía don
Bosco, y este libro les dejará más felices y unidos a Dios recordando sus enseñanzas. La
bondad, la alegría y la dulzura nos acercan a Dios y su reino porque, donde reina la caridad,
allí está la felicidad…
BIOGRAFÍA
Nací en Maracaibo-Venezuela. Viví algunos años allí, y luego regresé a la casa materna de mi madre, en un pueblo maravilloso con mucha naturaleza. Crecí en una granja, con una familia numerosa de tíos, tías y primos, mi infancia fue soñada, y creo que esa niñez maravillosa se nota siempre en la adultez, aunque la vida te golpee, esa felicidad se queda contigo. Luego fui a la universidad del Zulia, a otra ciudad, muy joven, porque me aceptaron inmediatamente por tener notas sobresalientes. desde allí me despegué de mi familia y he tenido que enfrentar esta jungla de cemento sola, y luego con Dios y los ángeles, y créanme, todo es mejor con ellos… Y acá estoy, guiándoles a todos ustedes para que puedan vivir con ellos también, porque esta felicidad debe ser compartida. El amor de Dios nos llena. No existe nada en el mundo que nos llene como él. Y quiero que todos sientan ese amor y cómo todo cambia cuando te dejas guiar por ellos. Esa jungla de cemento empieza a parecerse al paraíso