Así, este autor defiende a través de su obra el valor de la cercanía entre personas y anima a sus lectores a alejarse de esa distancia que “no lleva a ninguna parte”.
CÍRCULO ROJO.- Mediante las páginas de ‘El explorador prudente’, José A. Lápiz, muestra su propia visión de un mundo que tal y como él mismo comenta, “está ensimismado en su indiferencia”. En este sentido, este autor, realiza un alegato a la prudencia y una invitación a la cercanía. “La primera no puede activarse sin esta última. El mundo globalizado es un lugar desbordado de indiferencia. Esta contradicción se debe a que la globalización ha servido para estar más cerca de nuestro ego que el resto del planeta”.
Así, José A. Lápiz lanza una hipótesis que se basa en que el ser humano “es hostil en la distancia y sabio en la cercanía”.
Publicado en Círculo Rojo Grupo Editorial el lector va a encontrar un ensayo que pretende desempolvar la prudencia del baúl de aquello que “hemos dejado atrás”, como bien expresa el autor que se empeña en devolver a la prudencia a la posición que le corresponde y sacarle lustro. “Todo aquel que se halle frente a sus páginas tendrá la oportunidad de reflexionar sobre la libertad, la conciencia, la manipulación, alguna que otra paradoja, muchos aforismos que le dan colorido a la lectura y esa ilustración, ya comentada, en forma de relato, de algunos conceptos clave tratados en la obra. Ciencia y filosofía, el «cómo» y el «por qué» de las cosas, se difunden entre sus capítulos para llevar a la conclusión de que la cercanía es la clave. No se puede conocer si no se está cerca del objeto de conocimiento. También se exponen vivencias de personajes históricos que encajan con las ideas expuestas y muchos temas para pensar y discutir con el autor, mucho terreno por explorar. Hallará en el último capítulo una guía para poner en práctica la prudencia que espera ser ampliada con los conocimientos y la experiencia del lector”, añade José Antonio.
‘El explorador prudente’ está inspirado en el “desencuentro cotidiano que se ha normalizado en la sociedad. Hemos sido educados en la dicotomía del «nosotros y ellos», la historia ofrece incontables ejemplos. Tendemos a colocar símbolos y constructos por encima de las personas: banderas, países, religiones, hasta equipos deportivos. La realidad que hemos construido exige, con despotismo, posicionarse y castiga al que disiente. ¿Cuántas veces oímos aquello de que el mundo se divide en dos tipos de personas? Este recurso vale para cualquier criterio de clasificación. Esto te coloca fuera o dentro continuamente”, tal y como señala el autor.
SINOPSIS
El mayor de los retos son las relaciones humanas. Nuestra naturaleza revela que somos seres conscientes en la distancia corta. Nuestra conciencia despierta en la cercanía con las personas, con las cosas y las circunstancias. Más allá de cierta distancia emocional, la inconsciencia y la indiferencia se ciernen sobre nosotros, se agravan los conflictos y enmudece la equidad. En la lejanía, se impone el relato al uso, la manipulación y la falacia para construir un camino hacia la convicción que no lleva a ninguna parte. Solo la persona que se interesa por prestar atención, la que se acerca a las demás y a los hechos, es capaz de actuar con prudencia. Solo así se pavimenta una vía cuyo destino es alcanzar un pedazo de verdad.
La prudencia es una virtud denostada: unas veces convertida en recato y precaución; otras, en oportunismo oculto al acecho del momento. En la sociedad de la inmediatez, el llamamiento a la prudencia al afrontar los retos que la vida plantea se confunde con inmovilismo conservador. Este libro plantea una revisión del concepto y lo libera de su lastre histórico presentándolo como la manera exitosa de resolver estas vicisitudes. El explorador prudente acepta los caprichos de la incertidumbre y avanza ataviado con la reflexión y el buen sentido como mapa y brújula.
Conciencia e incertidumbre, costumbre y tradición, la prohibición y la obligación, la manipulación y la convicción, rebeldía y revolución. Temas apasionantes que son analizados en compañía del pensamiento de la filosofía, la ciencia, el arte y que el autor ilustra con relatos ficticios que acercan al lector hacia la necesidad imperiosa de poner en práctica la virtud de la prudencia.
AUTOR
José A. Lápiz (Cádiz, 1975) se especializó en Enfermería Geriátrica, a la que ha dedicado su carrera profesional. A la edad de 21 años, aceptó el reto de comenzar una nueva vida en pareja en Vilanova i la Geltrú, Barcelona. Desde joven, le cautivó el concepto de prudencia y las relaciones humanas. Su labor profesional en la coordinación de equipos asistenciales y el enfoque humanístico del arte de cuidar le han permitido vislumbrar la ubicuidad y relevancia de la prudencia como virtud. Impenitente lector de divulgación científica y ensayos filosóficos, ha encontrado el momento de concentrar en esta obra el conocimiento adquirido en diferentes ramas del saber y del ser para rescatar del olvido la conducta prudente en una sociedad globalizada pero distante con las personas, sus posibilidades y sus circunstancias.