CÍRCULO ROJO.- ¿Qué ocurre cuando los cuentos clásicos dejan de ser predecibles y se abren a nuevas interpretaciones? La escritora Cruz Fernández Heres debuta en el panorama literario con “Ahora: Cuéntame un cuento que sea real” (Editorial Círculo Rojo), una colección de relatos que desmonta los finales tradicionales y los resignifica para la actualidad. Su propuesta, a medio camino entre la fábula y la reflexión social, invita a revisar los relatos que hemos heredado y a preguntarnos hasta qué punto determinan nuestra forma de entender el mundo.
Lejos de ser una autora convencional, Fernández Heres encuentra en la escritura una herramienta de cambio. Su experiencia como trabajadora social en el Albergue Municipal de Personas sin Hogar de Avilés impregna cada historia, dotándola de una mirada profundamente humana. “Los cuentos, las historias, nos unen y hay que reforzar aquello que nos une”, señala la autora, consciente de que la literatura puede tender puentes donde la realidad impone barreras.
En “Ahora: Cuéntame un cuento que sea real”, los personajes de siempre reaparecen, pero ya no son los mismos. Caperucita no es solo una niña ingenua en el bosque, Pinocho no lucha únicamente contra la mentira, y el lobo feroz podría no ser el villano de la historia. Fernández Heres reescribe sus destinos, cuestionando las certezas heredadas y permitiendo que cada uno de ellos, y también el lector, explore la posibilidad de cambiar su propio final.
“Para que llegue a los niños, tiene que llegar primero a los mayores”, explica la autora, defendiendo la necesidad de releer estos cuentos con una mirada adulta. No es solo una colección de relatos, sino una invitación a reinterpretar nuestras propias narrativas y desmontar estereotipos que han perdurado durante generaciones.
Pero este libro no solo busca sorprender con giros inesperados; su ambición es mayor. Inspirada en su entorno y en las historias que observa a diario, Fernández Heres aborda temas como la resiliencia, el miedo y la amistad, dejando entrever que, en el fondo, la literatura es un reflejo de la vida. “No somos tan diferentes de aquellos a los que les pasan cosas”, reflexiona la autora, insistiendo en la universalidad de las emociones humanas.
SINOPSIS
Desde un patito feo que no quiso ser cisne, una lechera que se atrevió a romper vasijas o un lobo cansado de ser el malo del cuento, pasando por un niño que buscó y buscó al genio en su lámpara no tan maravillosa, hasta una caperucita que se enfadó con su lobo y tres cerditos que se cansaron de hacer sus casitas.
Todos ellos conviven en este libro buscando la mejor manera de romper con el «colorín colorado», porque a nadie le gusta que se le termine su cuento.
AUTORA
Hablando de contar cuentos, ¿qué te puedo contar de mí? Que nací en Avilés, un lugar muy, muy lejano, o aquí cerquita, depende de donde estés.
Que siempre fui más pato que cisne y que, aunque ya le saco muchos años a la lechera de este libro, creo que como ella soñaba, y soñaba un mundo mejor. Así que por arte de magia me convertí en una trabajadora social. Con los años, ni las hadas madrinas ni las lámparas maravillosas han hecho su trabajo. Aun me encuentro en mi día a día con muchos personajes buscando un final feliz para su cuento.
En mi propio cuento, como Geppetto, he soñado con un niño, aunque fuera de madera. Y a base de desear y de no dejarme asustar por los lobos, que aun juegan a meter miedo, un día un Pulgarcito llegó de un país muy muy lejano, tal vez para que volviera a creer en los finales felices.
Hoy sigo escuchando cuentos, unos más reales que otros, y otra vez, como por arte de magia, aparece en mi vida Cuéntame un cuento que sea real, para que todos sepamos lo que puede pasar en un país no muy lejano.