A lo largo de la historia, la humanidad se ha enfrentado a un buen número de enigmas que ponían en jaque las distintas concepciones de la realidad que las diferentes culturas han desarrollado. Significativamente, muchos de estos enigmas guardan relación con los hechos del pasado, con la historia. Ese es uno de los rasgos que caracterizó el desarrollo de las distintas civilizaciones: la búsqueda de una reconstrucción de lo que había sucedido con anterioridad. Pero claro, como bien saben los historiadores, el pasado es esquivo, en parte porque no todos los hechos quedaron registrados, y especialmente porque en muchas ocasiones las narraciones históricas fueron construidas con fines políticos, de poder o para legitimar situaciones de sus respectivos presentes. En otras palabras, hacer historia, construir una narración ordenada y coherente sobre los hechos pretéritos viene a ser algo así como montar un puzle sin un modelo en el que fijarse y con piezas faltantes.
El asunto se vuelve aún más complicado cuando el objeto de estudio histórico es una religión, ya que la manipulación de las fuentes, los sesgos y la falta de información de calidad se hacen especialmente notorias. En el caso del cristianismo, la religión que ha dirigido la historia de Occidente desde el siglo IV de nuestra era, los enigmas que aún quedan por resolver son muchos, complejos y muy sugerentes. Desde los secretos de los textos apócrifos hasta las narraciones sobre el Santo Grial, pasando por las dudas acerca de reliquias veneradas o los eventos trascendentales que dieron forma a esta religión, el cristianismo ha generado preguntas que aún hoy atosigan la mente de los interesados en estos temas.
Pero de vez en cuando sale a la luz alguna obra que aporta una brisa de aire fresco en este enorme cajón de sastre de los misterios de la cristiandad. Es el caso del libro que nos ocupa, El código geométrico del Santo Grial, escrito por el estudioso Joan Sendat y publicado recientemente por la editorial Círculo Rojo, una obra centrada, desde una perspectiva multidisciplinar que combina historia, geometría sagrada, conocimientos iniciáticos y arte, en el Santo Cáliz de Valencia, ofreciendo un nuevo y sugerente punto de vista sobre esta venerada reliquia.
El autor recorre la historia del Santo Cáliz, trazando su viaje desde Jerusalén hasta la catedral de Valencia, pasando el monasterio oscense de San Juan de la Peña. A lo largo del camino, revela un montón de conexiones históricas intrigantes de esta reliquia con las leyendas clásicas del Grial, como la obra Perceval, el cuento del Grial de Chrétien de Troyes o el posterior Parzival de Wolfram von Eschenbach, que expandió y profundizó la narrativa del galo; leyendas que analiza con meticulosidad, lo que le permite a Sendat ofrecer unas nuevas e interesantes perspectivas.
Un aspecto central del libro es el análisis de la geometría sagrada presente en el Santo Cáliz. El autor desentraña la presencia de la Rosa de Alejandría, el Ad Quadratum, la cuadratura del círculo y el heptágono, revelando su significado simbólico y la profunda intención que se oculta detrás de su incorporación en el diseño. Pero también explora la influencia de la alquimia y la cábala en su creación, ofreciendo una interpretación esotérica de sus elementos y su conexión con la transformación espiritual y la búsqueda de la unidad con lo divino. Además, propone —y este es uno de los aspectos más sorprendentes, novedosos y destacables del libro— una serie de alineaciones geométricas entre diversas construcciones arquitectónicas que, sin duda, dejarán boquiabierto al lector.
Evidentemente, no es asunto de este reseñista desvelar en exceso lo que el lector interesado podrá leer en esta obra, pero sí comentar que todas estas propuestas las desarrolla con una gran elocuencia: a través de un análisis riguroso, serio, documentado y diáfano, y mediante una narrativa cautivadora, rica en vocabulario y accesible para todo el mundo, Joan Sendat nos lleva a un viaje de descubrimiento, donde la historia, el arte y la espiritualidad se convierten en herramientas que usa para revelar los secretos de una de las reliquias más veneradas del cristianismo.
Pero, más allá de la investigación histórica y el rigor científico, este libro es una invitación a soñar. Porque, como todo buen enigma, como bien plantea Sendat, el Grial es mucho más que un objeto físico; es una metáfora de la búsqueda del hombre por la trascendencia. La geometría, como lenguaje común entre el arte, la ciencia y lo espiritual, actúa como un puente que conecta lo humano con lo divino, mostrando patrones de armonía que superan las barreras culturales y temporales. Y aquí es donde se le exige al lector una apertura de mente importante, ya que muchas de sus propuestas resultan rompedoras y precisan de una calmada y tranquila reflexión.
Desde una perspectiva antropológica, el libro nos recuerda que algunos de los símbolos y estructuras geométricas presentes en el Santo Cáliz reflejan las inquietudes más profundas del ser humano: el anhelo de perfección, equilibrio y trascendencia. Estos conceptos, expresados a través de la geometría, nos muestran cómo el ser humano ha buscado constantemente comprender su lugar en el cosmos y conectar con un orden superior. En un mundo cada vez más desconectado de sus raíces simbólicas, esto es especialmente interesante y necesario.
En definitiva, El código geométrico del Santo Grial es una obra lúcida, valiente, arriesgada y rompedora que hará las delicias de todos los aficionados a los enigmas históricos y que les llevará a reflexionar sobre muchos aspectos interesantes. Ojo, no será fácil. Leer y comprender esta obra en toda su magnitud exigirá del lector un ejercicio de reflexión y asimilación de ideas y conceptos no siempre sencillos, pero les aseguro que merecerá la pena.