Título: Los Guacharos. En algún lugar del mundo
Fecha de publicación: agosto de 2022
Autor: Teshlia Toush
Editorial Círculo Rojo
Precio: 17.99 €
En esta novela, nos muestra cómo en la vida las cosas malas que nos suceden nos dejan dos opciones: el estancarnos como víctimas y vivir lamentándonos o ser valientes y convertirnos en los héroes de nuestras vidas. A veces, nos suele ayudar cuando lo vemos reflejado en la historia de alguien más.
La novela empieza narrando cómo Zuyay llega con su amigo a la clínica donde está grave el amor de su vida, pero no se sabe aún quién es él. Luego prosigue con el relato y nos cuenta sobre la vida de Zuyay después de la muerte de sus padres y cómo fue creciendo y madurando con las diferentes circunstancias de vida.
A medida que la historia avanza, se van presentando los otros personajes principales, que en este caso son huérfanos con padres vivos, con una descripción de su personalidad, su trauma, las consecuencias y superación; adjuntada con el retrato de ellos.
Además, en este libro los sucesos no se narran de manera sombría, sino que también es divertida, habla sobre el amor, la amistad… También nos relata sobre algunos lugares del mundo, sus costumbres y gastronomía, es como viajar en nuestra imaginación. En pocas palabras, esta novela tiene un poco de humor, romance, música, filosofía, psicología, geografía, hasta gastronomía, etc.
Sobre la novela:
Guacharos o aves de las cavernas, son propias de Sudamérica, pero esta novela no se trata de aves, sino que a su vez la palabra guacharos también es utilizada en algunos países, sobre todo en Ecuador para referirse a los huérfanos o a alguien que se ha quedado solo; de ahí la frase «está guacharito».
Con ‘Los guacharos’ nos introducimos en una novela que, ya en su inicio, nos habla del importante valor emocional de la que está impregnada. Con el texto que abre esta reseña, se conoce de manera más extensa el significado del título. Teshlia nos habla sobre los diferentes tipos de orfandad, y partiendo de esta base tan curiosa e interesante, construye una lectura diferente y única, dirigida al público adulto.
La acción la llevará Zuyay, la protagonista femenina que carga con un triste pasado relacionado con su orfandad. De manera sencilla, con un lenguaje ameno, ágil y divertido, y tratando de no entrar en tabúes pesimistas o pensamientos desazonadores, la autora da vida a nuevos personajes a lo largo de la narración que, igual que Zuyay, luchan para superar sus problemas y traumas respecto a la situación en la que se encuentran siendo huérfanos de padres vivos.
Por el contenido, puede parecer un manual de ayuda o acompañamiento, pero su estructura confirma que, pese a ayudar al lector en el camino de la comprensión, es una novela de ficción contemporánea, narrada en tercera persona. Con este tipo de narración, se conocen de manera más amplia las acciones de cada una de las voces que componen la historia, y que acompañan a la protagonista en su evolución.
De la mano de Zuyay Favela, conoceremos su entorno, lo que la mueve, y el lector descubrirá que no es como se muestra a primera vista. De esta manera encontramos un personaje principal bien perfilado, con carácter y una profundidad que lo vuelve terriblemente humano. Así, ¿cómo no empatizar con ella y con su historia?
Zuyay siente el amor con una sensibilidad envidiable. Pero es un arma de doble filo, pues las sensaciones abrumadoras como la que siente por el hombre de su vida, la doblegan, hacen que se parta en dos cada vez que los sentimientos la sacuden. Todo ello hace que la novela se llene de una delicadeza que el lector podrá palpar página tras página, puesto que los temas que trata no suelen encontrarse en novelas contemporáneas a las que estamos acostumbrados.
Una lectura muy recomendable por sus valores, enseñanzas, los distintos perfiles de sus personajes y, por supuesto, su delicadeza y aires de superación.
Sobre la autora:
Teshlia Toush, mujer, hija, hermana, esposa y madre, oriunda de Ecuador. Desde siempre ha sido aficionada a la lectura y a la investigación; aunque de pequeña no sabía que quería ser escritora, aun así, la escritura siempre fue su idioma y su amiga íntima; donde podía expresar sus profundos sentimientos y pensamientos. Puesto a que era zurda por naturaleza, fue castigada por escribir con esa mano y era obligada a escribir con la derecha, por ello aprendió a escribir con ambas manos.
A pesar de esa mala experiencia, la escritura era una llama ferviente en su pecho, descubrió que por medio de ella podía transmitir el sentir y pensar de los demás. Así que desde pequeña, comenzó a escribir para otros: solicitudes de parte de los adultos, desde inocentes cartas de amor hasta un oficio para el banco. A los dieciocho años lo convirtió en su profesión, por así decirlo. Realizaba monografías para estudiantes de secundaria, ayudaba en las tesis para estudiantes universitarios, plan de estudios para profesores, etc.
A los catorce años sintió el deseo de escribir un libro, su libro, así que muchos años después, su sueño se volvió realidad. Esta es su primera novela terminada y publicada. Teshlia se considera una guachara con padres vivos, debido a las circunstancias, lo que le permitió mostrar empatía a otros guacharos con los que se topaba en su camino de vida; también aprendió de ellos; sus traumas, dolores y supervivencias. A causa de eso descubrió su interés en la psicología, aunque no es psicóloga, siempre ha leído temas y estudios relacionados.