Hay libros que ayudan, que curan, que sanan. Y no me refiero al cuerpo, aunque también, sino al alma. Cuesta encontrarlos, pero de vez en cuando, por casualidad —aunque, ya saben, las casualidades no existen—, uno de ellos llega a nuestras manos y termina produciendo un terremoto existencial, emocional y cognitivo en nuestro yo más profundo. Es el caso del libro que pretendo reseñar, YO, un camino de sabiduría hacia otra dimensión, escrito al alimón por los autores oscenses José María Portolés Cadena y Blanca Lafuente Salcedo y publicado recientemente por Editorial Círculo Rojo.
Los autores parten de una premisa interesantísima: los seres humanos fueron «instalados» en este planeta con una serie de dones y poderes extraordinarios, como la clarividencia, la telepatía, la capacidad de curación, una conciencia superior o la habilidad para tener experiencias extracorpóreas. Pero el egoísmo y el individualismo, y la falta de compasión y de amor, hizo que aquellos dones quedasen durmientes. Pues bien, el objetivo de este libro, tan maravilloso como complejo, es que nos reencontremos con lo que realmente somos, que regresemos a esa época dorada de la comunidad, construyendo así un futuro más armónico, empático y lleno de luz.
Y no solo eso: nuestra presencia aquí tampoco es casual. Todo está decidido y pactado de antemano por unas entidades superiores, entidades que, claro está, no nos dejarán solos en esta vida, como tampoco en las anteriores ni en las futuras. Pero el camino que llevamos también depende en parte de las acciones que tomemos en cada reencarnación, perfeccionándonos paulatinamente, hasta que terminemos conectando con Dios —sea lo que fuere— y con el gran universo. En definitiva, evolucionamos hasta conseguir la ascensión por la trascendental ley del Karma que premia o castiga las acciones que realizamos en cada existencia.
¿Cómo hacerlo? La respuesta, según los autores, se ofrece en este libro, aunque se resume en un adagio contundente que, como si de una especie de mantra se tratase, se repite sistemáticamente este libro: «Todas las preguntas tienen respuesta. La verdad está a diez centímetros de ti».
Como comprenderán, no puedo desvelar en exceso el contenido de esta espiritual y necesaria obra. Además, para entenderla en toda su extensión y toda su profundidad hay que leerla entera, con calma, meditando a la vez, reflexionando sobre lo que se dice —y a veces sobre lo que no se dice—. Es una experiencia de lo más interesante que nadie se debería perder, sobre todo los lectores aficionados a este tipo de temáticas, que quedarán encantados. Pero también es un manual de instrucciones para aquel que quiera despertar de esta existencia dormida y velada que todos vivimos, especialmente en estos tiempos oscuros donde prima lo pueril, lo banal, lo intrascendente, y donde hemos dejado de lado lo que verdaderamente importa y, lo que es más grave, lo que verdaderamente somos.
Por eso dicen los autores que la verdad está a tan solo diez centímetros de nosotros mismos. Porque el camino del despertar es hacia fuera, pero también hacia dentro, hacia nuestros mundos interiores, donde se encuentra escondido o dormido nuestro auténtico ser, ese que lucha por salir, por volver a la unidad y por escapar del ciclo de las reencarnaciones.
¿Cómo se hace ese camino? Para averiguarlo, tendrán que leer YO, un camino de sabiduría hacia otra dimensión, José María Portolés Cadena y Blanca Lafuente Salcedo lo explican y argumentan todo a la perfección. Pero la clave está en ser nosotros mismos.
Pero, ser nosotros mismos, realizarnos como lo que somos, supone tomar conciencia de que formamos parte de un sistema que, aunque no lo sepamos, aunque nos neguemos a creerlo, intenta guiarnos. Este sistema, el Universo, intenta comunicarse con nosotros para expresarnos que las grandes necesidades básicas que tenemos los humanos, salud, dinero y amor, solo pueden conseguirse mediante el perdón, la compasión y la gratitud. Solo así, conociendo lo que el Universo nos quiere decir, podremos avanzar individual y colectivamente.
Estamos ante un libro que invita a vivir de verdad, en mitad de esta vorágine que nos rodea, ayudándonos a aprender a aprehender el mundo en estos tiempos de la postverdad. Un mundo en constante cambio que afecta en primera instancia al individuo, pero que, como es lógico, termina derivando a toda la sociedad. Hoy en día, este análisis parece más atinado que nunca. Todo está en crisis, tanto las instituciones seculares como las espirituales.
El amor es la respuesta. Pero el amor entendido como el bálsamo contra el conflicto y la división. El amor es la exaltación de la consciencia de ser. El amor como perdón hacia los demás y, especialmente, hacia nosotros mismos.
Por lo tanto, este libro viene a ser una guía para recuperar nuestra inocencia mental perdida y nuestro equilibrio físico desequilibrado. Pero el tratamiento es holístico, ya que, repito, cuerpo y mente son uno solo y están intrínsecamente relacionados.
Y no, no es un libro de autoayuda, aunque proporcione, o pretenda proporcionar, herramientas que nos ayuden a ayudarnos a nosotros mismos. Puede resultar paradójico, pero es así.
La respuesta está, como venimos diciendo, a diez centímetros de nosotros.
Ya para terminar, creo necesario comentar que en este libro hay mucho más. Los autores, desde su particular postura, nos ofrecen interesantes ideas sobre temas tan diversos como los maestros ascendidos San Germain y Jesús de Nazaret, sobre la creación del mundo (fascinante este capítulo), sobre el misterio aún sin descifrar de la muerte y el más allá, o sobre los extraterrestres y el fenómeno ovni. Además, en sus últimas páginas nos ofrecen los autores un dossier con un buen número de herramientas y ejercicios que los lectores podrán realizar para cumplir y saciar algunos de los objetivos y aspiraciones que se plantean.
En definitiva, una obra más que recomendable.