Pese a que la fantasía épica es un género que ha sido sobrexplotado en los últimos años, no pasa de moda, y de vez en cuando aparece alguna obra que sacude sus cimientos y ayuda a refrescar la escasez de ideas que suele caracterizarle. El llamado, la sensacional novela de Paloma Velilla, cumple ambos objetivos con creces y aporta un digno comienzo a una saga que promete, y mucho.
Por un lado, El llamado es una novela de fantasía para jóvenes y/o adultos, y como tal, ayuda a romper los viejos clichés de que este género era cosa de niños. Ya lo dijo el gran J. R. R. R Tolkien: «Creo que lo que llaman “cuentos de hadas” es una de las formas más grandes que ha dado la literatura, asociada erróneamente con la niñez». Ni la trama, con una carga filosófica y existencia nada común en este tipo de obras, ni el lenguaje, preciso y calculado, son «cosa de niños».
Es cierto también que, pese a algunos recursos que marcan claramente una diferencia y que representan, como decíamos, un soplo de aire fresco, la novela juega con algunas ideas clásicas del género. Por ejemplo, está ambientada, como tantas otras, en un mundo medieval imaginario con numerosos toques fantásticos. Tampoco es raro. El género, salvo excepciones, suele desarrollarse en ese tipo de contextos y suele tirar de personajes con poderes sobrenaturales, monstruos monstruosos y objetos de poder. Nada criticable. Quejarse de que se repitan esos clichés sería, en este caso, como quejarse de que una novela de ciencia ficción está ambientada en un futuro fantástico en el que le tecnología se ha hiperdesarrollado.
El principal recurso de Paloma Velilla, que ayuda a romper cualquier intento crítico de considerar esta novela poco original, es su personaje principal, Aurora, una joven sumergida en una tremenda crisis existencial propiciada tanto por la muerte de su abuelo como por su manera de ver el mundo, absolutamente opuesta a las de sus exitosas y vitales hermanas. Aurora, comparada con ellas, se siente frágil, sosa y simple, pero la aventura de la que será protagonista, como las típicas historias de los self-made man —en este caso, woman—, le irá poco a poco transmutando y convirtiendo en una heroína tan fuerte y poderosa como la misteriosa piedra que, por motivos que no puedo desvelar, se aloja en su pecho.
Además, la autora, lejos de dulcificar e idealizar a Aurora, la hace real, perturbadoramente real. Maravilloso es, por ejemplo, que la historia arranque en un pequeño pueblo de Segovia, Zamarramala, rompiendo con otro lo de los clásicos clichés del género, cuyos autores suelen contextualizar sus tramas en el mundo anglosajón. Además, merece la pena destacar que la autora mezcla el lenguaje cotidiano y callejero de una joven de diecisiete años con el fantástico contexto en el que se desarrollan su pesadilla y sus aventuras —«La abuela estaba que lo flipaba»—, y no duda en tirar de elementos humorísticos para suavizar la trama, como si de válvulas de escape literarias se tratase —no tiene precio que Aurora decida llamarle a sus dos magníficas espadas Pili y Mili, la célebre pareja cómica, compuesta por dos hermanas gemelas, de los años sesenta.
Por último, destacar que la autora muestra a la perfección sus amplios conocimientos sobre historia, mitología —religión incluida— y arte, algo que siempre es de agradecer y que es un rara avis en estos tiempos oscuros en los que vivimos.
También hay algunos peros, pero apenas le hacen sombra a las numerosas virtudes de esta obra. Un lector testarudo podría argumentar que se notan demasiado las influencias de Tolkien o C. S. Lewis —sí, es bastante Narnia todo—, y parte de razón tiene, pero hay que tener en cuenta que prácticamente todas las obras de este género beben y bebieron de estas fuentes.
No mola —atención, spoiler— que la novela no termine y deje la puerta abierta a futuras secuelas, aunque se entiende por la magnitud de la propuesta. Esperemos a que la Oyopjou ayude a Paloma Velilla a lanzar lo antes posible la esperada continuación de esta prometedora saga.
Biografía:
Paloma Velilla Vico nació en 1980 en Málaga, España. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación y actualmente reside en Utah, Estados Unidos, junto a su esposo e hijos. Proveniente de una familia entregada a la ayuda humanitaria, se considera a sí misma un alma vieja. Disfruta de los tocadiscos, la fotografía antigua y todo lo que le acerque al ritmo del pasado en medio de este presente que, a veces, considera de locos. Es admiradora de escritores del género de aventura y fantasía, y dentro de su colección personal cuenta con las obras de autores como J. R. R. Tolkien, C. S. Lewis, Patrick Rothfuss, Michael Peinkofer, Deborah Harkness y Stephenie Meyer. Asimismo, es asidua lectora de libros de mística, siendo sus preferidos: El poder del ahora, de Eckhart Tolle; La felicidad y cómo sucede, del Buda Feliz, y Voces de la mística, de Javier Melloni. Desde muy temprana edad encontró un refugio en la escritura y, hace unos años, le asignó a esta pasión un lugar prioritario en su vida.
Para conocerla un poquito más, podéis visitar su blog: www.palomavelilla.com.