CÍRCULO ROJO.- Cintia González se ha inspirado en la experiencia de su hijo para crear, ‘Tony se aburre como una ostra’. “El cuento está inspirado en mi hijo, ahora un adolescente de 13 años que fue diagnosticado con Altas Capacidades y ha experimentado la emoción del aburrimiento en reiteradas ocasiones, que descubrió en el mundo de la lectura un entorno mágico y rico que le permitía hacer volar su imaginación”, confiesa ella misma.
Publicada en Círculo Rojo Grupo Editorial, el lector va a encontrar una lectura divertida que incluye actividades destinadas a “sacar el máximo potencial” creativo de los niños. “Muchos niños se sentirán identificados con la historia de Tony. ¿Quién no ha experimentado alguna vez la emoción de estar aburrido?”, explica Cintia.
SINOPSIS
Tony se aburre es la historia de muchos niños, para todos aquellos que se aburren y no han encontrado aún aquello que les motive a superarse a sí mismos, este cuento está inspirado principalmente en niños con altas capacidades, diagnosticados o no, que se verán reflejados tanto ellos como sus padres en vivencias similares y muchas veces incomprendidas.
AUTORA
Cintia Marcia González Sboccia (1982). La necesidad de gestionar las emociones de su hijo y hacer que adquiera la capacidad de expresarlas adecuadamente la llevó a indagar en la literatura infantil, y dados los grandes resultados obtenidos comenzó a escribir acerca de ellas, acercándose a través de los cuentos a las familias que viven situaciones similares.
Ha sido maestra y psicopedagoga por más de diez años. Actualmente, es orientadora de Educación Infantil, Primaria, Secundaria y Bachiller. En 2014, se especializa en altas capacidades, poniendo al servicio de sus alumnos lo aprendido y descubre que una de las partes más olvidadas y necesarias de desarrollar es la inteligencia emocional. Es experta en altas capacidades y continúa su formación como psicóloga.
Su pasión por la literatura infantil la pone al servicio de los más pequeños, ya que imparte inteligencia emocional a niños de entre tres y cinco años, como así también a adolescentes en situaciones de riesgo.