«No fui educado para conocer la verdad, sino para aceptar la verdad de otros». A partir de este aforismo, Manuel nos invita a adentrarnos en lo más profundo de nosotros mismos en la búsqueda de la propia verdad, que nos permita averiguar y descubrir el propósito de esta deliciosa experiencia de la existencia con su colección de dramas, donde todos estamos demasiado ocupados, representándolos. Los poemas recogidos en este libro expresan con claridad la profundidad y vitalidad espiritual que los anima. Cada reflexión contribuye a sosegar la inquietud y el desconsuelo, a fortalecer el sentimiento íntimo de libertad que todos tenemos y a favorecer la esperanza y la confianza en nosotros mismos. Sus versos dan testimonio de la belleza y de la ternura que anida en el corazón de los seres humanos, exhortándonos a dedicar tiempo a lo más importante de la vida: nosotros mismos; convidándonos a experimentar nuestra comunión con el universo, a descubrir lo infinito en lo finito y a establecernos en la armonía y en la serenidad, eslabones de oro en la cadena de nuestra felicidad. Este libro resulta una sincera propuesta para descubrir otras formas de aproximars «No fui educado para conocer la verdad, sino para aceptar la verdad de otros».
A partir de este aforismo, Manuel nos invita a adentrarnos en lo más profundo de nosotros mismos en la búsqueda de la propia verdad, que nos permita averiguar y descubrir el propósito de esta deliciosa experiencia de la existencia con su colección de dramas, donde todos estamos demasiado ocupados, representándolos. Los poemas recogidos en este libro expresan con claridad la profundidad y vitalidad espiritual que los anima. Cada reflexión contribuye a sosegar la inquietud y el desconsuelo, a fortalecer el sentimiento íntimo de libertad que todos tenemos y a favorecer la esperanza y la confianza en nosotros mismos. Sus versos dan testimonio de la belleza y de la ternura que anida en el corazón de los seres humanos, exhortándonos a dedicar tiempo a lo más importante de la vida: nosotros mismos; convidándonos a experimentar nuestra comunión con el universo, a descubrir lo infinito en lo finito y a establecernos en la armonía y en la serenidad, eslabones de oro en la cadena de nuestra felicidad. Este libro resulta una sincera propuesta para descubrir otras formas de aproximarse al mundo, para celebrar la vida, apreciando la belleza de lo cotidiano y los afectos que el transcurrir de la vida va dejando. e al mundo, para celebrar la vida, apreciando la belleza de lo cotidiano y los afectos que el transcurrir de la vida va dejando.