Serían innumerables los factores que pueden dañar o perjudicar nuestra salud, pero también serían bastantes las maneras o las vías para poder esquivar esos perjuicios o, al menos, neutralizar los daños.
En este breve paseo por el sendero de la salud, solo nombraremos algunas espinas que podemos encontrar en las bellas rosas de la vida. Intentaremos, a base de algunos ejemplos, aplicar la sabiduría, el
equilibrio y la reflexión para poder danzar el baile de la vida con el mayor ritmo y energía que podamos.
Cada circunstancia, cada cuerpo, cada ser es único, por ello debemos aprender a escucharnos y a conocernos para poder alcanzar la mayor calidad de vida posible y deseada. Todo o casi todo está en nuestras manos para poder cambiar o no. La decisión es tuya.