Andalucía, gracias a sus singulares características –naturaleza, clima, hospitalidad de sus gentes, gastronomía, costumbres, etc.- ha sido siempre una tierra de llegada, que, en poco tiempo, los pueblos que la han invadido o se han asentado en ella no han tardado en fundirse en sus más ancestrales costumbres. Este es, sin duda, uno de los hechos diferenciadores del ser andaluz: la capacidad de asimilar a las demás culturas, por muy sólidas que éstas sean, cuando han llegado a tomar contacto con la autóctona. Circunstancia que supieron comprender muy bien los viajeros extranjeros que, a lo largo de los tiempos, llegaron a esta tierra, impregnándose de los mitos y leyendas de esta tierra, mientras iban descubriendo sus pueblos y gentes; en la mayoría de los casos, la realidad superó a las informaciones preconcebidas, como hemos podido comprobar en la lectura de sus apasionantes relatos de viajes. Resulta verdaderamente difícil comprender la esencia del andaluz, sin cotejar aquellas notas de viaje, porque en ellas, y gracias a ellas, nos es posible reconstruir en nuestros días los pilares de la cultura andaluza. En este libro el lector tendrá ocasión de seguir las huellas de aquellos aventureros, en sus diferentes etapas realizadas, al tiempo que una forma de comprender mejor los grandes momentos que fue protagonista esta tierra a lo largo de los tiempos.