La noche apocalíptica en que nació y salvó al mundo, Yanel, como pensaban llamarla sus progenitores (un ángel caído llamado Neizan y un ángel encarnado en la tierra llamada Mélisse), fue robada por la diablesa Kayra, que tenía por misión entregársela a Lucifer.
Kayra llamó a la pequeña Alessandra y le puso el apellido familiar: Wise.
Años después, Alessandra y su madre Kayra viajan desde California a España, a un pueblo de Málaga situado entre el mar y la montaña, donde ambas poseen una mansión medieval. Alessandra conocerá a Elkan Hunter en la noche de San Juan, al hacerle una fotografía en medio de un concierto, pues la joven tiene por costumbre fotografiarlo todo y a todos sin sus permisos. A Elkan no le hace ninguna gracia que lo fotografíe sin su consentimiento, aunque él no está allí por casualidad, ya que es uno de los mensajeros de Lucifer y tiene el deber de vigilar y contarle todo lo que hace la híbrida, pues en el cielo y en el infierno ansían tenerla, pero sin un cuerpo físico.
La atracción que surge entre Elkan y Alessandra es tan fuerte que no pueden estar lejos el uno del otro ni un solo instante, aunque casi siempre terminan discutiendo.