Ángela, una mujer de treinta y ocho años, casada desde hace quince
años, es presa de su monótona, rutinaria y solitaria vida. Atrapada en sus
obligaciones como madre y esposa, siente como en su entorno ella no
existe. La relación con su marido es casi nula, sometiéndola a un abandono
y desidia, día tras día, haciéndola sentir una mujer insatisfecha.
Solamente el amor de sus hijas la sobrepone.
Cohibida por sus propios sentimientos, no lleva a cabo sus deseos, fantasías
y ganas de sentirse viva. Deseosa de romper con esa existencia que
la consume, se lanza a una aventura peligrosa. Aun a riesgo de su propia
ruina, está dispuesta a recuperar aquello que ha perdido, intentando llenar
su vida de intensos senimientos de afecto, a costa de un pago, pero
la falta de algo más profundo la sigue martilleando. Vive en una sombra
donde no ve luz en su incierta vida.
Su vida sufre momentos de angustia y dolor que, a duras penas, puede
sobrellevar. Cuestionando todo aquello que la rodea y la martiriza. Con
el devenir del tiempo, siendo valiente y encarando la vida de frente, comienza a darse cuenta de que si se observa desde dentro, la vida se llena
de impulsos que al fin recobran sus ganas de vivir, sin perjuicios y sin ser
juzgada en una relación inesperada. Descubriendo lo que verdaderamente
somos. Encontrando aquello que echaba en falta.