El punto de partida de Asturias 1934. Historia de una tragedia es la historia personal de un legionario, Manuel García Alegre, que comenzó como fantasía romántica y culminó como tragedia. Manuel no supo distinguir entre la utopía y el monstruo; fue incapaz de reconocer las consecuencias de sus actos individuales y se vio empujado por los líderes políticos y militares a traspasar los límites entre el progreso social y el repliegue a la prehistoria.
Se ha visto en la Revolución de Octubre de 1934 un preludio de los acontecimientos que tendrían lugar en España poco después, en 1936, tras la sublevación del general Franco y la resistencia del Frente Popular, hechos que se prolongaron tres años y costaron cientos de miles de vidas. En este libro se analizan las causas de la insurrección de Asturias, la decisión de la izquierda de relevar por la fuerza al gobierno republicano de derechas y establecer un régimen socialista, los movimientos de ocupación de los lugares más estratégicos con vistas al avance hacia Madrid, la intervención del ejército republicano, la represión contra los insurrectos y sus simpatizantes y los intentos de relacionar el fallido golpe de estado con una institución tan indefinible y compleja como la Francmasonería.
«El historiador Vicent Sampedro Ramo, especialista en la masonería, felicitó al autor del libro por haber dedicado un capítulo a la Francmasonería y a la represión que sufrieron los masones al finalizar la Revolución del 34. Según Sampedro, en las Cortes Constituyentes de la II República, en 1931, “más de 150 diputados eran masones y actuaron como hombres de partido”, destacando la figura del valenciano Vicent Marco Miranda, quien visitó en 1935 Oviedo, y su lucha por demostrar que la Francmasonería nada tuvo que ver con la insurrección de 1934 ni con la revolución de 1936». (Josep Luís Galiana, Levante-EMV, 8 de octubre de 2009)
«El autor acomete con seriedad y detallismo el arduo trabajo de historiador, aunque manteniendo siempre los contornos y el ritmo de una narratividad prolija hecha con los mejores elementos de la ficción literaria y del rigor histórico». (Alfons Cervera, Levante-EMV, 7 de octubre de 2009)