«El dolor era insoportable. Mi brazo, espalda y vagina se repartían el castigo de tal manera que no estaba segura de cuál sufría más. Tenía que alejarme de allí cuanto antes. No fuera a ser que ese monstruo cambiara de idea y volviera para violarme de nuevo. Estaba aterrada».
Tras La historia de Laura Scott, Maximino Pérez regresa a la esencia femenina de una mujer sin nombre y logra atrapar al lector desde el propio título.
Atrapada es una red de arrastre que penetra en el mar de la vida de una chica sin nombre. Desde el humor, la casualidad, lo común y lo esperpéntico de cualquier existencia actual, lo inesperado se abre camino como el mal, encontrando microporos por donde horadar el lugar más íntimo de un corazón que ha aprendido a no sentir de manera tan inconsciente como se aprende a respirar.
La acción se somete al ritmo y avanza hasta que el lector queda silente. Ahí, en la reflexión, es donde comienza y acaba todo.