Aimar Vega vive por y para contar historias y hacer reír a los demás. Desde el colegio hasta hoy, su pasión ha ido creciendo en esta dirección. Desde el dibujo y los cómics, pasando por los escenarios y la escritura hasta llegar al mundo audiovisual y el cine. Creció en un pueblo de Ourense, lo que acentuó su interés por el costumbrismo, las historias de misterio y las risas. Principalmente es guionista, pero sus ansias de crear lo han llevado a actuar, dirigir, escribir y montarse sus propios proyectos. ¿El último? Este.
La mansión de las mentiras es un relato lleno de humor y misterio, con todos los ingredientes que caracterizan a su autor: una amplia variedad de personajes y tramas, un cinismo total y una crítica social sin tapujos con toques paranormales. Es una novela que habla sobre la delgada línea entre lo bueno y lo malo, entre lo real y lo ilusorio, entre el acierto y el error, entre la verdad y la mentira. Esa complejidad tan personal estará marcada por las decisiones de los personajes y los diferentes estilos narrativos que se emplean a lo largo de la historia. Pero, si algo le gusta a Aimar, eso son los personajes.
Creció en una familia repleta de visiones diferentes y, como en todas ellas, siempre ha habido disputas, problemas y situaciones incómodas. Todo ello le fue empujando poco a poco hacia la creación de esta novela. Además, el hecho de crecer en un modesto pueblo e ir a un colegio donde todos se conocen de sobra hace que el mundo de las habladurías se convirtiese en una constante en sus historias. Nada es lo que parece, pero sí, esto tan solo es una novela. No está basado en nada, no es verídico ni una obra pretenciosa. Tan solo es un retrato del mundo en el que vivimos para el disfrute de todos. Porque si no se puede disfrutar de él en la calle, al menos hagámoslo aquí.